El tamaño sí importa ☘ ChanIn

❥ 04

Jeongin iba a negarse, pero... Sólo era bailar, ¿qué podría salir mal?

Asintió y siguió moviéndose al ritmo de la música con un alegre Chan detrás de él, hasta que la música paró y decidió alejarse, pero Chan lo había tomado de un brazo impidiendo su huida.

—Hyung, bailemos otra canción más —pidió Chan.

"Diablos" pensó Jeongin, Chan era demasiado guapo para su propio bien.

—¿Por qué? —preguntó.

—Hyung, baila bien y realmente me gustaría pasar tiempo contigo.

—¿Por qué? —volvió a preguntar.

—¿Por qué? No hay porqué.

—Eres extraño, no me conoces —dijo esperando a que Chan lo dejará.

—Te conozco —respondió el chico para sorpresa de Jeongin—. Te llamas Yang Jeongin, estás en el club de baile, en tercer semestre, odias las serpientes y generalmente eres muy asustadizo, tu mejor amigo es Lee Félix que es novio de Hyunjin, también eres amigo de Seo Changbin, sueles comer sopa instantánea en los recesos y beber tropicana sparkling sabor uva. También sueles hacer ejercicio en tus horas libres de los días martes, entre otras cosas.

—Oh... —Jeongin no supo decirme qué decir—. Eres un acosador —afirmó intentando soltarse.

—¡No para nada! —respondió el moreno temiendo haber asustado al mayor—. Es porque hyung me gusta.

—Genial —respondió muy sacado de onda—. ¿Podrías soltarme? En verdad tengo que irme.

—¿Realmente estás rechazándome? Podríamos ser una bonita pareja —insistió.

—No te conozco.

—Podrías llegar a conocerme.

—No quiero conocerte —le dijo de forma cortante, Chan hizo un puchero infantil.

—¿Por qué no? ¿No te gusto?

Jeongin lo miró de arriba a abajo deteniéndose justo en la entrepierna lo que provocó que su rostro se pusiera rojo como jitomate.

Chan sonrió socarronamente.

—Seguramente has escuchado los rumores —le dijo—. ¿Entonces ya estás más interesado?

—Todo lo contrario —respondió Jeongin dándole la espalda y alejándose caminando a su asiento.

—¿Qué? —Chan estaba que no se lo podía creer, siguió al mayor y se sentó a su lado, el ambiente era muy ruidoso y ya no estaban tan cerca como hacía unos momentos mientras bailaban.

—¡Hyung en verdad me gusta! —le gritó al odio.

—¡No estoy sordo! —le gritó Jeongin de vuelta.

—¡Yo tampoco!

—¡¿Y por qué estamos gritando?!

—¡No lo sé! —Jeongin suspiró. Chan no se había dado cuenta de que el mayor había esquivado la conversación inicial.

—Hyung, ¿qué está mal en mí? ¿Por qué no me da una oportunidad? —le preguntó.

Jeongin no lo pensó mucho antes de responder, la respuesta le era muy clara.

—Veintiséis centímetros.

—¿Veintiséis centímetros...? Oh —Chan frunció el entrecejo.

—¿Es muy poco para hyung? —preguntó, sorprendido.

Jeongin quiso golpear su cabeza contra la pared, negó.

—Es demasiado —dijo finalmente con algo de pena.

—Uff —Chan suspiró—. Hyung, no mido 26 centímetros, soy asiático —aclaró sin aguantarse la risa.

Jeongin se sintió un idiota por primera vez en muchos años.