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Jeongin se miró por última vez en el espejo y se sentó en el sillón de su sala a esperar a que Félix y Changbin pasaran por él en el coche del mayor

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Jeongin se miró por última vez en el espejo y se sentó en el sillón de su sala a esperar a que Félix y Changbin pasaran por él en el coche del mayor.

—¿A dónde vas tan guapo? —Momo, su hermana mayor, apareció saliendo de la cocina, tenía una coleta desarreglada y su pijama puesto, en sus manos llevaba un plato de cereal con rebanadas de platano, se sentó a su lado y tomó el control del televisor.

—No es para tanto —dijo el chico.

—Te has vestido para asesinar —alago ella.

—Que no se note que eres mi hermana —agregó Jeongin.

El timbre de la puerta sonó y Jeongin se levantó del sillón de inmediato, le dio un beso en la frente a Momo y se despidió de ella con una sonrisa.

—¡Más te vale no regresar hoy! —le gritó ella antes de que el menor saliera.

—¡Me quedaré con Jin hyung no te preocupes! —le gritó él de regreso.

—¡TIJERAS!

Jeongin sonrió, después de cerrar la puerta saludo a los chicos y los tres subieron al coche.

Jeongin sonrió, después de cerrar la puerta saludo a los chicos y los tres subieron al coche

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Chan miró a todos lados sin encontrar a la razón del porqué estaba ahí.

—Tranquilo, ya llegarán —le dijo Minho, mientras le daba una palmada en su hombro—. Félix seguramente estará todo el tiempo con el jugador de soccer y tendrás a Jeongin sólo para ti.

—Eso espero —sonrió Chan.

—Iré por unas botellas —le avisó Minho.

Chan asintió sin despegar la vista de la entrada principal, casi se le sale el alma al ver entrar al chico que ocupaba sus sueños casi todas las noches en pantalón de cuero pegado al cuerpo y camisa roja que resaltaba su color de piel.

Se levantó de su asiento en modo robot automático y se dirigió hacia los recién llegados.

—Hola —saludó sonriente a los chicos—. Soy Bang Chan.

Jeongin bajó la mirada, nervioso, jugueteó con sus manos mientras que los otros dos chicos compartían miradas que Chan no entendía.

Luego se dio cuenta que realmente no tenía nada que decir y sonrió avergonzado.

—Es un gusto volver a verte, Jeongin —le dijo y antes de escuchar una respuesta volvió a su lugar.

"Genial, Chan, hiciste el ridículo" se dijo así mismo.

Después de algunos tragos Jeongin, Félix y Changbin empezaron bailando juntos, a pesar de que los menores eran buenos en cualquier tipo de baile, nadie les estaba poniendo atención todos estaban concentrados en los pasos extraños de Changbin, algu...

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Después de algunos tragos Jeongin, Félix y Changbin empezaron bailando juntos, a pesar de que los menores eran buenos en cualquier tipo de baile, nadie les estaba poniendo atención todos estaban concentrados en los pasos extraños de Changbin, algunos riéndose y otros grabando para subirlos a Internet.

Félix fue el primero en apartarse después de ver a Hyunjin llegar con sus amigos del club de soccer, Jeongin y Changbin no le tomaron mucha importancia, mientras seguían bailando entre los demás.

—¿Aún no entiendo por qué no has dado ningún paso? —le preguntó Minho. Chan sólo hizo una mueca y siguió mirando como bailaban los dos chicos.

—Está con su amigo.

—Yo me encargo de su amigo.

Minho se dirigió hacia el par.

—¡Hey, amigo! —Changbin y Jeongin miraron a la persona que había detenido su baile—. ¿Te he estado viendo un rato y me preguntaba si quisieras bailar y después tomar una copa? —le preguntó a Changbin.

Changbin iba a rechazar la oferta, pero Jeongin golpeó ligeramente su costilla animándolo. Después se fue detrás del chico alto, mientras Jeongin le alzaba sus pulgares en símbolo de "suerte".

Jeongin sintió unas manos recorrer su cintura y se alarmó, cuando miró atrás se encontró con Chan.

—¿Por qué no bailamos, Jeongin?

—¿Por qué no bailamos, Jeongin?

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El tamaño sí importa ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora