El tamaño sí importa ☘ ChanIn

❥ 05

La lengua de Chan entró como don Juan por su casa dentro de la boca de Jeongin.

"No vamos muy rápido" pensó el mayor, pero después desechó la idea rápidamente cuando las manos de Chan se colocaron en sus nalgas amasándolas. "Es sólo un polvo"

Ya se conocerán mejor después.

El mayor rodeó su cuello con sus manos y atrajo al moreno más hacia él.

La habitación a la que habían entrado era pequeña, pero tenía una cama y eso bastaba, Chan rápidamente se quitó la chamarra negra de piel que llevaba y la playera blanca, Jeongin hizo lo mismo con su ropa y cuando iba a bajarse los pantalones el menor le detuvo.

Chan se puso de rodillas frente a Jeongin, tomó el borde del pantalón y empezó a bajarlo lentamente lamiéndose los labios, aquel simple acto hizo vibrar todo el cuerpo del mayor.

Los labios del moreno tocaron la piel de Jeongin dejando suaves besos mientras se deshacía de los pantalones, dio besos a la entrepierna ya dura del mayor por encima de la ropa interior y con sus manos le dio un masaje a sus testículos.

—Ahh... Ahh

—Hyung es tan sexy —alagó Chan—. Sobre todo, cuando está en el escenario bailando.

—Ajá —las piernas le temblaron y tuvo que sostenerse de los hombros de Chan, mientras éste seguía masturbándolo y llevando el ritmo del juego previo.

Jeongin ya estaba duro como una roca cuando el menor bajó su bóxer y engulló su miembro.

—¡Dios, santo dios! —Jeongin se quedó sin palabras por un largo tiempo, apenas pudiendo suspirar por el placer—. Si me hubieras dicho antes que eras tan bueno en los orales no lo hubiera pensado tanto.

Chan sonrió y abandonó su trabajo sólo para empujar al mayor a la cama, quien hizo un puchero en protesta.

—Si seguimos así, vas a correrte antes de tiempo, hyung, el sexo es algo que los dos debemos disfrutar.

Jeongin asintió y abrió sus piernas para dejar que Chan se colocara entre ellas, empezó una fricción entre el miembro desnudo de Jeongin y el de Chan aún entre su ropa.

—Quítate los pantalones —exigió el mayor y se arrepintió al instante al ver el tamaño—. ¡Me mentiste!

Chan negó.

—Nunca me preguntaste si me refería a erecto o flácido —fingió el rostro de un ángel, pero Jeongin podía jurar que Chan era un demonio—. De todos modos, Hyung, no mide 26 cm sino 24 así que nunca mentí. ¿Qué son dos centímetros?

Jeongin indignado le pateó la cara y se levantó de la cama, su excitación había desaparecido y con su golpe podía jurar que la de Chan también.

—Yo en verdad odio los penes grandes —se quejó, mientras se ponía su ropa de nuevo y Chan sólo podía sobarse el rostro, seguramente la patada del mayor le había desfigurado el rostro.