¡Mierda, no hay internet! ☘ ChanIn

❥ 06

Jeongin fue el primero en empezar, tocó la cabeza del excitado pene de Chan que empezaba a lubricar con su mano, Chan había sido sincero cuando dijo que no se depilaba, porque podía sentir el vello del menor en su pelvis.

De nuevo electricidad corrió por el cuerpo del menor haciéndolo estremecer, Chan le siguió moviendo su mano sobre la cabeza en círculos sacando ligeros suspiros del menor.

—¿Así está bien? —preguntó—. ¿Te gusta así? —preguntó de nuevo Chan.

—Sabes que no hay forma de que no me guste —le dijo Jeongin entre suspiros—. Somos hombres y sabemos dónde tocar al otro.

Las manos de ambos se movían de arriba a abajo, masturbando sus penes y buscando que el otro se corriera.

Chan movió una de sus manos para acariciar los testículos, mientras que Jeongin besó la punta.

—Joder.

—Joder.

Ambos gimieron, moviéndose por la cama, pero no perdiendo la posición por completo.

Jeongin también movió sus manos a los testículos de Chan, la bolsita de piel era grande y apretada y se sentía bien entre sus manos, tibia, y con su lengua delineaba su miembro.

Chan había parado sólo para intentar verlo, Jeongin seguramente se veía precioso chupando su pene como si fuera una paleta y acariciando sus testículos, pero no había suficiente luz.

Decidido a no quedarse atrás engulló la punta del pene de Jeongin.

El cuerpo del mayor se tensó sólo por un momento para pasar a la relajación. Ambos disfrutando el contacto del otro, sin pena, gimiendo y haciendo sonidos lascivos.

El cuarto de Jeongin se había llenado de esos...

Chan movió sus manos a las nalgas de su hyung y las acarició separándolas un poco y colando su dedo en su entrada.

—Oh, no —Jeongin se apartó—. No tocarás ahí —dijo—, aclaramos que no iríamos tan lejos.

—No terminaremos nunca sólo chupándonos.

—¿Y por qué tiene que ser mi culo? —gruñó—. ¿Si quiera sabes cómo hacerlo?

—No soy virgen, hyung —le dijo—. Si somos cuidadosos y...

—No tengo condones —le dijo Jeongin—, podemos pegarnos algo y no quiero.

—Yo tengo uno en mi cartera —le dijo Chan, Jeongin chasqueó, pero asintió.

—No quiero estar abajo —dijo—. No quiero que me traten como una chica.

—Oh, definitivamente no te trataré como una chica —Chan buscaba su cartera dentro de sus pantalones—. No voy a ser suave contigo.

La declaración hizo estremecer a Jeongin.

—Será suave sólo al principio.

—Suena prometedor, pero no vas a convencerme, no estaré abajo, quiero follarte a ti y soy el mayor y dos centímetros más alto.

—Tres —corrigió Chan—. Así que, hyung, cumpla mi deseo y déjeme follarlo.

Le dijo Chan con voz dulce.

—Decidamos con un volado —le dijo Jeongin.