Capitulo 11

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A la señora Kim se le hizo muy raro que su hijo ya no bajara, así que decidió subir a ver qué sucedía. ¡Oh! ¡Sorpresa! Yugyeom estaba recostado en la cama, boca arriba con sus manos sobre su abdomen, lamentablemente era tarde, cuando su madre quiso buscar su pulso, no lo halló.
Llamo a sus amigos más cercanos y a sus familiares, ¡Diablos! Jaebeom había logrado otra muerte más y sin tener que haberlos tocado, ni una sola vez.

Alrededor había personas en completo silencio, pero este no era el caso de Mark y la señora Kim, estaban destrozados, su mente no nada más que para la horrible imagen que estaban viviendo en ese momento.
Mientras que Jackson, se encontraba en una esquina, en silencio, porque no iba a estar sonriendo en ese lugar y menos porque, en algún momento Yugyeom había sido su amigo; de esta manera se echó a llorar por lo bajo.

Youngjae se estaba dando cuenta de que, ya no era tan espantoso pasar el tiempo con Jaebeom, se dió cuenta que Jaebeom no era una mala persona, que tal vez solo estaba algo solo y por eso era así.

—Jaebeom... ¿Qué probabilidad hay de que me dejes cocinarte algo?

—¿Lo dices en serio? De ser así, el 100%

—Bien, te parece que en tres días lo haga, quiero que inicies bien el último mes del año.

—Oww, que lindo... Entonces, bien, que sea así, lindo.

Aquella pequeña conversación termino en un cálido y afectuoso abrazo, Youngjae estaba decidido en que se escaparía e iría a ver a sus seres queridos, para después regresar y enfrentar su "destino" porque si, ya se había enamorado de Jaebeom.

Los tres días habían pasado y Youngjae se encontraba subiendo las escaleras de la casa de Jaebeom o de la que en poco tiempo sería también suya.

—Las cosas están ahí, puedes ocupar lo que quieras... Voy a tomar una ducha.

Subió a su habitación y cuando Youngjae tuvo la oportunidad se escapó, Jaebeom sabía todo perfectamente y había dejado las puertas abiertas a propósito. Sabía desde la muerte de su madre hasta la de su novio o su ahora exnovio.

Youngjae corrió hasta la casa de Yugyeom y tocó con cierta desesperación, salió la señora Kim a abrir.

—¡Oh! Cariño, que sorpresa.

—¿Yugyeom está aquí?

—Tanto tiempo, Youngjae... Entonces supongo que no te enteraste.

—¿De qué?

—Por favor, entra... Hay cosas que debemos hablar.

Ambos se adentraron a la sala de dicha casa, Youngjae estaba tan nervioso que no podía dejar de mover sus pies.

—Hijo... Verás...

Encadenado a ti. «2jae»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora