Encadenado a ti. «2jae»

La mejor noche de mi vida.

Youngjae estaba sonriendo, su sonrisa deslumbraba todo en aquella habitación , no dudo en corresponder los besos y abrazos que mayor dejaba en sus labios. Comenzó a sentirse diferente, sentía como si una llama dentro de él lo impulsará a ir por más, sentía que su temperatura corporal aumentaba y no precisamente por fiebre, lo último que sintió fue su miembro palpitar.

Youngjae se había exitado, si con tan pocos besos. Se lanzo sobre Jaebeom y comenzó a besarlo con más intensidad, igual comenzó a dejar mordidas en sus labios. Jaebeom camino hacia la cama y lo recostó en está, lentamente comenzó a quitar cada una de las prendas que cubría esa blanca piel que parecía de porcelana.

—¿Estás seguro de ésto?

—No por nada te bese.

Youngjae no quería ser él primero y ceder tan fácilmente ante Jaebeom. Así que de un movimiento cambiaron de lugar, Youngjae colocó sus manos sobre el miembro de Jaebeom y comenzó a masajear en círculos esté. Bajó sus pantalones junto a su boxer, dejó ciertas caricias y después llevó el miembro a su boca. Comenzó a darle tremendas mamadas a Jaebeom, las mejores que iba a poder sentir, porque después de esa boca magistral, no iba a querer que otra lo hiciera.

—Ahhh~ Jae...

Los movimientos fueron más rápidos, Jaebeom le ayudo a eso y unos minutos después termino por correrse en su boca.

Una vez más Youngjae terminó abajo, Jaebeom ya estaba desnudo completamente al igual que el menor, introdujo un dedo, puesto que tenía muy claro que era su primera vez y que iba a ser doloroso para él. Movió un poco este, hasta que metió el otro, Youngjae comenzó a soltar pequeños jadeos. Jaebeom continúo así hasta asegurarse de que el menor ya no sintiera tanto dolor. En cuestión de segundos cambio sus dedos por su miembro, debido a eso Youngjae soltó un gemido muy fuerte.

Se movió hasta que Youngjae se lo indico, aún así lo hizo con calma, no quería lastimarlo además de que, quería que esa noche fuera la mejor para Youngjae, quería hacerla memorable.

El calor estaba consumiendo a Youngjae y el solo podía pedir más, a final de cuentas ya no había nada que lo detuviera, Yugyeom ya estaba muerto y su mamá ya no lo iba a detener. Así siguieron y probaron más posiciones a petición de Youngjae, Jaebeom finalizó y salió de él. Ambos se acostaron y se cubrieron con las sábanas, así mismo trataban de normalizar su respiración.

—Gracias, Jaebeom... Hoy fue la mejor noche de mi vida. Ni siquiera Yugyeom hubiera logrado ésto.

Finalizó con una carcajada sarcástica, porque sabía perfectamente que el nunca iba a lograrlo.