A pesar de la cercanía con la que Jisung había llegado a la vida de Minho, había pasado ya una semana completa sin que este le dirigera la palabra.
Por su parte, Minho solo podía verlo a la distancia, ensoñado sin razón aparente.
La tercera semana de clases inició, dándole a Minho la sentencia de que Jisung, solo sería alguien más quién le habló de manera energética en un primer instante, y al siguiente se olvidó de su existencia.
Las clases comenzaron, con aquella idea en la cabeza de Minho, sin embargo, dicha semana pareció comenzar diferente.
Al llegar a la puerta de su aula, lo esperaba un Jisung con los brazos abiertos, listo para recibirlo con un abrazo.
- ¡Minho! - Exclamó Jisung, mientras metía sus brazos por debajo del contrario, proveyendolo de un cálido abrazo de bienvenida.
- Hola Jisung, buenos días. - Dijo Minho, rodeando al castaño con sus brazos, mientras un leve sonrojo se esparcia por sus mejillas ante la acción del contrario.
- Entremos al salón, hace frío. - Indicó mientras tomaba la mano de Minho y lo acompañaba a su asiento.
- Necesito sus libros y su cuaderno de gramática, abranlos en la página 43. - Dijo la maestra mientras ingresaba al salón.
"Mierda" pensó Minho, al darse cuenta que era un trabajo en pareja, y es qué, apesar de haber entablado una buena relación con Chris, y otros alumnos, no había llegado a ser tan cercano con ellos, al punto de ser escogido para un trabajo en pareja, así que lo único que quedaba, era esperar a que fuera la profesora quién hiciera las parejas.
- Ustedes elegirán a sus parejas, pero necesito que vengan a decirme con quién serán, y que trabajen en silencio.
Minho quería desaparecer en ese momento, probablemente, lo único que quedaría sería esperar a ser el último, y hacer el trabajo solo, mientras se preparaba mentalmente, la voz que anhelaba oír interrumpió sus pensamientos.
- ¡Yo con Minho! - Sentenció Jisung, viendo a la docente anotar sus nombres en el pizarrón.