Sol en las notas

¿Tuya?

-El profesor a como de lugar te quiere en ese evento
-No puede ser, entonces ya no debo pensarlo si me va a orillar a decirle que sí-expresaste con inconformidad
-¿Sabes? Sonará extraño, pero deberías aprovechar-Dijo con una expresión de seriedad
-¿Por qué lo dices?
-Digamos que el profesor es muy especial, muy selectivo y delicado. Los últimos 4 años, lo obligaron a elegir a alguien para cantar o tocar un instrumento en ese concierto. Ninguna persona le convencía hasta que...

Suena el timbre

-Bueno, tn, es hora de las clases, nos toca juntas en la materia de armonía
-De acuerdo, iré por mis cosas

Mientras tanto, Sanemi y Rengoku

-Ésa chica es muy linda, ¿no lo crees Rengoku?
-Creo que es bastante talentosa. Me sorprende el hecho de que domine bien nuestro idioma y que toque y cante tan bien
-¿Cómo lo sabes si quien le pidió tocar fui yo?
-Fácil, estaba espiando, escuché las primeras líneas de la canción y me pareció una voz muy profunda. Tiene excelente afinación, disciplina y dedicación
-Pues lo siento, ella tocó eso gracias a mí, así que yo seré quien esté pendiente de ella la mayor parte del tiempo y... Quien sabe y logro ganarme su confianza-le dice haciendo guiño
-Sanemi, creo que lo justo es que ella decida quien es mejor para enseñar, además, el canto ella lo maneja excelente. Sin embargo, no puedo decir lo mismo del piano
-Vamos, Rengoku, tú y yo sabemos que ella estaría mejor conmigo.
¿Imaginas? Ella y yo siendo poderosos en ésta industria, sin duda algo maravilloso
-Perdoname, pero se vería mejor siendo pianista y aún más fabulosa siendo concertista

Rengoku y Sanemi eran los profesores más selectivos con sus alumnos, pero tú has logrado hacerlos discutir. Normalmente cuando a uno de los dos les agrada alguien, para no discutir lo dejan por la paz y uno de ellos se deja vencer. Sin embargo, en ésta ocasión es diferente.
Sanemi ya tenía fama de tener algo más allá con las estudiantes. En cambio Rengoku, él era 100% profesional, oportunidades nunca le han faltado, incluso la misma Mariana intentó seducirlo, pero él jamás la aceptó, ya que él ve como hermanas y hermanos a sus estudiantes.

-Sanemi
-Rengoku...
-Dejemos que ella lo decida. No pienso seguir discutiendo contigo
-No te enojes, Kyōjurō, pero en ésta ocasión, competiremos a mano limpia por una gran mina
-No tengo la necesidad de competir, verás como me haré merecedor de su confianza y tal vez con algo de suerte, un poco de cariño hacia mi alumna estrella
-Chicos, lamento interrumpir, pero habrá reunión de profesores y ustedes son los únicos que faltan.
-Gracias, Gyomei

Una vez en la reunión

-Hola, chicos y chicas, ¿cómo se encuentran el día de hoy?
-Muy bien señorita Kanae
-Me alegro, Mitsuri
-Estoy muy bien, gracias por preguntar
-Excelente, Tengen
-¿Podemos saber el motivo de la reunión?
-Claro que sí, Obanai, pero antes, Shinobu, ¿qué descubriste haciéndote pasar por una alumna más?
-La chica nueva es muy talentosa, pero le costará mucho adaptarse. Canta increíble y en el piano tiene talento, tanto así que por fin Kyōjurō escogió a alguien a voluntad para participar en los eventos de navidad
-Rengoku, ¿estás seguro?
-Totalmente, señorita Kanae, tn me calló la boca sin saber lo especial que soy al momento de escuchar a los chicos cantar. Tiene excelente potencial y es apta. Es disciplinada y es atractiva en apariencia. Definitivamente tiene lo suficiente para salvar nuestra reputación-Dijo Rengoku emocionado
-¿Cuál era el evento?
-¿En serio Tokito?-responden todos mientras ríen
-Estoy de acuerdo, señorita, la chica es bastante buena en lo que hace
-Muy bien, Sanemi, ¿tú la ensayarlas en tu área?
-Disculpe, con todo respeto, creo que tn ya sabe lo que hace en el canto-Dijo Rengoku un poco disgustado
-Oh, vamos, Rengoku, también será tuya por unos momentos-dijo Tengen mientras reía
-Basta, se nos hace tarde para seguir con nuestras actividades
-Gyomei tiene razón, Sanemi, Rengoku, hagan lo mejor que puedan con esa chica. De ella depende que seamos seleccionados como el mejor instituto del país. Les deseo éxito s todos con sus labores. Pueden retirarse.

Mientras tanto Mariana

-No la soporto
-Mariana, ella no te ha hecho algo para merecer tu odio
-¿Eres estúpida o qué, Sally?-dijo molesta
-¿Por qué la odias?
-Al parecer, no has escuchado los rumores, ¿verdad?
-No, Mariana. Sabes que odio los rumores
-El profesor Kyōjurō le pidió a ésa que cantara en el teatro, ¿sabes que llevo años dando lo mejor y nunca voltea a verme en nada?
-Mariana, todo estaba bien hasta que cometiste tus errores con el profesor, ya acéptalo
-De verdad que contigo no se puede
No sé cómo, pero te dejo eliminar, maldita. Rengoku estuvo a punto de pedirme a mí lo que te pidió a ti y no voy a renunciar a él tan fácil.