¿Corazón roto?

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-Profesor, no... No sé cómo reaccionar. No sé que deba hacer o decirle. Sin embargo...(lo sueltas de las manos)
Creo que no está bien, nada de ésto. Perdóneme, pero no me conoce bien ni yo a usted-dices mientras te pones de pie
-No te lo dije para que me digas lo mismo, simplemente quería sacarlo-dijo cabizbajo -sin embargo, no te culpo. Así que respetaré tu decisión, ¿si?-dijo sonriendo

Tn

Ah, maldita sea, incluso en éste momento, cuando probablemente le estoy rompiendo el corazón, cuando le estoy quitando toda posibilidad... Siempre mantiene una hermosa sonrisa. Éste hombre es otro mundo a todo lo que he visto. Si fuera otro chico me seguiría insistiendo, o en el peor de los casos, amenazarme o incluso atentar contra mi. Creo que Rengoku hará muy feliz a su futura mujer, pero definitivamente... No creo ser yo.

-Lamento haberle quitado su tiempo, profesor-dices mientras avanzas hacia la puerta, pero él toma tu brazo, te jala con algo de fuerza haciendo que quedaras pegada a su pecho. Te detenía de la cintura con fuerza
-Escucha, tn, jamás, pero de verdad jamás voy a superarte. No te dejaré de hablar y por el momento, seguiré luchando por ti. Quiero conocerte, quiero verte en todas tus facetas-dice mientras se acercaba a tu oído y mencionó-daré mi vida si es necesario
-Le pido por favor que me suelte-tu respiración se aceleró
-De acuerdo-te suelta

Te encontrabas caminando, no dijiste nada, sólo te despediste del pequeño Senjuro y seguiste con tu camino. Ibas a paso veloz, tan concentrada en tu asunto que no te diste cuenta que alguien te seguía...

-Por lo que puedo apreciar, te encuentras algo mal... Tn
-¿Akaza?-dices molesta
-Oh, ¿en serio? Creo que tú a mí no me conoces...
-¿Quién eres y por qué demonios me sigues?
-Soy Douma, mucho gusto, preciosa
-A mi no me da nada de gusto, sé quién te mandó hacia mi
-La verdad es que el señor no quiere que olvides su promesa, así que nos mandó a trabajar a todos, algún día llegará el momento en que se encuentren, pero el señor va dispuesto a llevarte a su enorme casa-dijo relajado y con tono burlón
-Jamás, eso nunca, deberá matarme primero
-Oh... No, no, él te quiere con vida, a quien él quiere asesinar es a tu patético profesor
-Él no tiene nada que ver conmigo, lo dijo para evitar problemas en el lugar, pero realmente no interactuamos
-¿De verdad?
-Sí
-¿Entonces por qué viene hacia aquí?
-¿Qué?
-¡Déjala tranquila!
-Por favor, profesor, no
-Asi que... ¿Segura que nada que ver contigo?
-¡Así es! Estamos cerca de su casa, nos quiere fuera
-¿Qué estás diciendo tn? Y sí, amigo, yo doy la cara por ella
-Profesor, por favor, no...

Sol en las notas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora