🐺 DIECINUEVE 🐺

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La carroza había llegado al castillo junto a los reyes, y el que llevaba era Taehyung, divirtiéndose como un niño

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La carroza había llegado al castillo junto a los reyes, y el que llevaba era Taehyung, divirtiéndose como un niño.

Ya estaba oscuriciendo.

Ya habían pasado su tiempo de instancia en la cabaña y ahora les tocaba regresar, a realizar algunas cosas importantes del castillo.

—Su majestad — un guardia detuvo al animal — no debería de subirse ahí — dijo con miedo de tal vez recibir una regañada por decirle que hacer y que no.

—Ayudame a bajar por favor — pidió con una sonrisa — y para mi es normal hacer cualquier cosa de un guardia o empleado.

Jungkook se había quedado dormido durante el transcurso, pero despertó al sentir el aroma de otro Alfa.

—Entonces podría acomodarse en su lugar — el Omega asintió. Se acercó a la dirección de Taehyung.

—Yo te ayudo amor — Jungkook bajó de la carroza, para acercarse a su Omega y extender sus brazos — salta.

—Y después vas a aparecer en el suelo como ese día — dijo riéndose, pero saltó a sus brazos, está vez el Alfa no se cayó, lo recibió y lo abrazó con fuerza.

—Ese día era una gran altura — lo dejó en el suelo también sonriendo.

—Papá.. papi — el hermoso niño corrió donde sus progenitores y se lanzó a los brazos de Jungkook y lo abrazó con sus pequeños brazos.

—Bebé — Taehyung abrazó aún cuando estuvo en los brazos de Jungkook — te extrañé — el cachorro se pasó a sus brazos y también lo abrazó.

—Me gusta sentir tu hermoso aroma — dijo respirando con profundidad.

—Nos gusta a los dos tesoro — respondió el Alfa acariciando su espalda — tenemos algunas cosas en común.

—Solo poquitas cosas — se volteó a mirarlo — porque tú eres un Alfa temible, en cambio yo soy como el príncipe Jung, a ti te importa tener control de todo, en cambio al príncipe, le importa lo que quiere la otra persona y yo también quiero lo que le importa a otra persona.

El Alfa se puso pensativo al escuchar decir eso a su hijo, era la primera vez que respondía de esa forma, como con ganas de molestarlo o compararlo con su hermano

—A veces uno genera su forma de ser o su rostro de un familiar, hasta de un pariente lejano que nunca llegó a conocerlo — respondió el Omega tratando de desviar el tema incómodo.

—¿alguien te dijo algo? — preguntó a su cachorro mirándolo fijamente, era capaz de hasta provocar un miedo en su cuerpo con tal de recibir una respuesta, porque su hijo nunca le respondía de esa forma.

—No — se volteó a su papá Omega — ¿Por qué?

—Ingresemos — el Alfa se adentró entre preguntas en su cabeza.

DOS MUNDOS: REENCUENTRO² // KOOKTAE //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora