Capítulo 01: Un día lluvioso

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Cómo todos los día voy rumbo a mi pequeño local el cuál es una floristería, es pequeña la verdad pero tenemos hasta las flores más silvestres, las exóticas, la raras como mucha gente les dice, aunque yo les digo las Únicas ya que no se parecen a las demás y tienen una belleza diferente, también tenemos las Orquídeas mis favoritas y eso gracias a una persona muy especial para mí pero eso es otro cuento.

A lo lejos veo a la señora Biannelly ella también tiene un local a lado del mío se puede decir que es mi vecina, es la señora más amable y dulce que conozco, ella tiene una panadería y es la madre de mi mejor amigo Iams Petrovick un chico que conocí en el jardín de niños y desde ahí nos conocemos y somos mejores amigos, Iams es un chico de cabellos negros como el carbón y unos ojos azules como el mar, muy lindos por cierto, es alto debe de medir como 1.85 mt, es de tez clara, con un cuerpo bien fuerte y trabajado ya que después del trabajo va a un gimnasio, él es contador y consiguió un empleo en unos de los mejores bancos de la ciudad, pero aún así él va y viene todos los días ya que dice que le gusta vivir aquí en el pueblo  y como tiene coche se le hace fácil.

Una vez llegó abrí la Floristería y comencé a organizar las flores para comenzar a sacar algunas al frente del local, también selecciono unas de margaritas las cuales se las llevaré a la señora Biannelly, se que le encantan y cada vez que llegó le doy un ramo.

- Buenos Días Señora Biannelly - digo una vez que la veo detrás del mostrador, le sonrió y noto que hay un poco de gente comprando pan, ¡Es el mejor que yo eh probado! - Le he traído estás flores.

- Buenos Días Hainne - dice para regalarme una sonrisa también - Gracias cariño me encantan - dice una vez las toma y me da un beso en la mejilla - ¿No quieres tomar un café?

- Me gustaría, pero tengo que atender la Floristería ya que mi hermana no pudo acompañarme - digo y noto su cara de confusión - Es que le está dando gripa y no se sentía muy bien - le digo para aclarar su confusión.

- Oh qué mal mi niña, espero se mejore pronto - dice pero luego su rostro se ilumina - Entonces te lo llevas y lo disfrutas en tu Floristería, con tus amadas flores - dice girando a la cocina, me imagino que a preparar ella misma el café, es un amor de persona.

Decido sentarme un momento mientras trae el café, me gusta mucho el olor del pan recién horneado y el del café, al igual que él de la llovía ("petricor"), me entrega el café y decido ir a mi local, puede llegar algún cliente y yo no esté para atenderlo.

Hoy a sido un muy buen día y no lo digo por el clima ya que parece que va a caer una tormenta, lo digo porque llegaron varias personas de la cuidad a comprarme varios arreglos y se gracias a quien es eso Iams, él les dice a cada persona que le pregunta por flores o arreglos de estás que tiene una amiga que hace los arreglos más hermoso, así terminan viniendo a mi Floristería lo cual le agradezco en el alma.

Ya solo falta una hora y media para cerrar, pero hoy bajaré el cartel temprano ya que comenzó a llover y es muy poco probable que alguien venga a comprar flores que ese torrencial de lluvia que está cayendo, me pongo a tomarme mi chocolate caliente y a comer unas galletas que me trajo la madre de Iams, observó algunos coches que pasan lento ya que la lluvia no los deja ir a más velocidad, en eso veo un coche negro bastante lujo que pasó más rápido que los demás, las personas deberían esperar que la lluvia parará es bastante peligro andar así mediante llueve, el coche lo pierdo de vista cuando dobla en la esquina.

La Esposa Pobre del CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora