𝕰𝖑 𝖒𝖚𝖓𝖉𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖓𝖆𝖉𝖎𝖊 𝖛𝖎𝖔 4

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— ¿Podríamos saber quién en usted? — pregunto uno de los guardias del castillo cuando me situé frente a la enorme puerta de madera. 

— Soy Lilith esposa de...

Estúpida. Ya no lo eres, supéralo. Tienes que acerté la idea de que nunca más volverá a ser tuyo... Estas sola.

— Soy Lilith, tengo información para nuestro Conde. —digo levantando la mirada. No tengo nada que ocultar y eso lo deben saber para que me dejen pasar.

— Espera entonces —ordena, — Todos lo hacen para poder hablar con el, te aconsejo que vuelvas a tu hogar y vengas en otro momento.

El me da la espalda dispuesto a volver a su lugar que le corresponde... Pero yo no puedo hacer eso, si me quedo un momento más aquí fuera ya no seré capaz de intentarlo. No seré fuerte.

Doy varios pasos hasta nuevamente captar la atención de varios guardias... Es ahora o nunca.

— ¡Yo tengo la ubicación del guardián que tanto buscan! ¡Se donde está El Guardian de la Noche! 

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Como hija de uno de los hombres más respetados en aquel pueblo, todos me conocían y no era un secreto que algún integrante joven de alguna familia quisiera mi mano, solo para ser más cercanos a mi padre. No faltaba una visita a mi hogar para solicitar a mi padre que fuera esposa de algún vampiro.

Siempre los rechazaba.

Había momentos en que lo agradecía, pero al pasar las décadas la soledad me estaba persiguiendo. Mi padre hacia crecer su nombre por lo que tenía que rechazar con más frecuencia a las familias, incluso la situación parecía una competencia por atraer mi atención. Y algunos lo conseguían, no iba a negar que una que otra sonrisa había conseguido remover algo en mí, pero tenía miedo de no ser lo suficiente feliz con mi futura pareja, por lo que terminaba resignándome a que él no era el indicado.

Y creo que ese fue mi error, si hubiera aceptado a alguno de ellos no lo habría conocido. 

Una rumor se comenzó a expandir por toda la aldea, se decía que había un nuevo vampiro habitando el bosque... Todos en ese instante se aterraron y estaban atentos a cualquier señal para ir a interrogarlo, pero eso nunca paso. Simplemente nos acostumbramos a su presencia que parecía ser como la de un fantasma. 

Sabíamos de su existencia pero jamás lo había visto.

Y fue ahí donde cometí mi mayor error. La curiosidad me gano y fui a buscarlo. 

En medio del bosque por fin me tope con el vampiro, el actuó sorprendido e incluso huyo de mí. Pero eso no me detuvo, con el tiempo seguí visitando aquel lugar y me acerque a el. Me pareció tan interesante la soledad en la que vivía, pues años pasaron y la única persona con la que se atrevió a hablar fui yo. 

Y para mi desgracia yo me enamore de el, de sus ojos tan negros como la misma noche me hipnotizaron, no parecían tener brillo, eran opacos, sin vida. Y yo creí que podía revivirlos.

Me conto que tuve que huir de casa por varios problemas en los que su familia no lo ayudo, por lo que se limitó a vivir en el bosque pues no quería que nadie más lo defraudara, y yo caí en sus engaños.

Creí las historias que se inventaba para tener mi simpatía, fue muy incrédula debo admitir, pues fui capaz hasta de creer que el se había enamorado de mí. 

Mi padre no tardo en enterarse de los encuentros que tenía en el bosque con el, así que no tuve opción de revelar que tenía sentimientos por el vampiro que para todos era un misterio. No pasaron muchos días para que ambos por fin se conocieran y para mi suerte ellos se llevaron bien, a tal punto de que el pidiera mi mano.

No tardaron en avisar de mi compromiso con el vampiro, algunos se sorprendieron pues jamás imaginaron que el desconocido fuera a robarse mi corazón, pero yo tampoco lo esperaba, sin embargo no podía con la felicidad en esos momentos.

Y ese fue mi error pues al estar completamente enamorada, me cegué. No fui capaz de ver dos cosas; la situación en la que mi padre se encontraba. No estaba al tanto que su existencia estaba causando alboroto no solo en la aldea, sino en la región que nos encontrábamos, y en cualquier momento uno de los Condes se llegaría a enterar, lo que significaba que mi padre podría enfrentarse a su gobierno sin que el lo hubiera querido. 

Pero como una tonta, no me importo. La boda paso y lo único que me pidió mi padre fue descendencia, fue obvia mi felicidad ante su petición pues me hacía tanta ilusión pensar en hijos. 

Pero ahí me di cuenta de la otra cosa: mi esposo no estaba ansioso por ese hecho, pero por la insistencia de mi padre creo que no pudo hacer mucho al respecto, justo cuando se enteró que yo estaba esperando un hijo, el nunca volvió a tocarme... Se alejo de mí. Cuando el bebe nació pude observar que aquellos ojos que según yo, decían amarme nunca significaron nada. 

Pues el al ver a su hijo sus ojos volvieron tuvieron el brillo que en esos años nunca había visto.

Me sentí celosa de mi propio hijo...

Mi padre no tardo en pedirnos otro nieto, pues aseguraba que era esencial mantener nuestra descendencia, fue allí cuando él se volvió a acercar a mí, y como la primera vez tan pronto como tuvo la noticia él se alejó. 

Con el paso de los meses lo único que lo hacía parecer mi esposo eran nuestros hijos... El los quería más que a mí, incluso parecía que a ellos realmente los amaba. 

Mi padre fue encontrado muero en el bosque un día de invierno... Nos hicimos de la vista gorda y simplemente ignoramos el hecho de que el había sido asesinado, al parecer lo creyeron una amenaza y tomaron la decisión de eliminarlo. Mi esposo fue el que me lo dijo, fue la primera vez que sentí que me volvía a hablar como antes... Tal vez fue su lastima hacia mí, pero el luto me hizo llenarme de ilusiones.

Cuando nuestro hijo menor cumplió un año, creí que tendríamos otro hijo pero el no volvió a mi... Todo fue como antes. Y en ese entonces recordé que mi padre era el que le imponía que debía darle nietos, ahora que ya no estaba no tenía que rendirle cuentas a nadie... Ya no tenía que hacer como que me quería. 

Nada lo obligaba a fingir amor hacia mí.

Si antes era distante conmigo, ya no volvió a mirarme. Solo le importaban sus hijos, ignoro el hecho de que toda la fama de mi apellido se había perdido, ya nadie nos recordaba, todos hacían de menos nuestra existencia a tal punto de que nos habían olvidado. Pasamos de vivir en el centro de la aldea en la mejor casa, a vivir en medio del bosque en una pequeña cabaña.

En ese punto ya me había dado cuenta de que todo fue un teatro, fingió todo para tener un poco de aprobación, nunca sintió nada por mí y permitió que me hiciera ilusiones. 

Solo parecía importarle nuestros hijos, hasta el punto que deje de sentir que yo los había parido. 

Cuando volví a tener noticias del exterior fue con el aviso de que se buscaba a un vampiro, sus características físicas, lo hacían llamar Guardian de la Noche, decían el momento en que se había visto por última vez incluso.

Y sentí que todo encajo.

Yo tenía como esposo a Nathan... El Guardian de la Noche.

Y ahora frente al Conde, no lo iba a negar. Tenía que morir por todas las mentiras que dijo, por habernos engañado a mi padre y a mí. 

Yo sé dónde está el vampiro que tanto buscan.

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⏰ Última actualización: Jan 18, 2023 ⏰

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