Capitulo 1

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~Unos 30 minutos antes~

-¡¡Feliz cumpleaños, Mayura!!-

Solté una risita, mientras sentía la calidez y el cariño de los demás tiñendo esas palabras por segunda vez. Es una noche fría y seca, pero no era nada comparado al invierno del continente; sin embargo, se sentía agradable en ese jardín iluminado por bombillas que estaban colgando de unos cordeles, los cuales unían unas columnas de madera decoradas con listones de regalo. El paisaje es mágico sin lugar a dudas.

-¡Muchas gracias a todos!- agradecí con una sonrisa en mis labios mientras la algarabía del lugar calentaba todo el ambiente.

-¡Me alegra ver que te diviertas, Mayu!-

Voltee mi mirada para ver el rostro, ya no tan infantil, de Sayo mirarme con un brillo de emoción en sus ojos. Su cabello rojizo había crecido hasta la altura de su pecho y su rostro se estaba volviendo más maduro, pero en sus ojos aún vivía ese brillo pícaro característico de ella.

-Te agradezco esta fiesta, Sayo. Está todo muy hermoso- agradecí con una sonrisa, en tanto veía como su cabello revoloteaba rozando su hermoso kimono de un tono rosa palo.

Nos encontrábamos en el jardín principal de la casa Ikaruga. Según me comentó Shimon, Sayo quería celebrar conmigo mi cumpleaños número 18, ya que ella no pudo estar la anterior vez. A partir de que estuvo entrenando como exorcista, ella había adquirido ciertas libertades; sin embargo, no podía salir de su casa más de 1 hora y eso era, como dijo la menor, insuficiente para saludarme por este día. Sonreí con ternura cuando recordé como Shimon se disculpó conmigo y me pidió que fuera a la casa Ikaruga para estar con Sayo. Sin lugar a dudas, acepté. Me llevé una gran sorpresa cuando vi a muchas personas, cercanas a mí, recibiéndome en el hermoso y decorado lugar.

-¡¿Quién más se atreve a retarme en medir fuerzas?!- gritó un eufórico Rokuro haciéndome desviar la mirada a su dirección.

Ver su sonrisa triunfante me hizo pensar que el tiempo no había pasado, aunque su altura me diga lo contrario. Él no había cambiado en lo absoluto. Su cabello castaño seguía igual de desordenado con la excepción que estaba un poco más largo. Sus ojos seguían teniendo ese brillo travieso que te hacían saber que nada saldrá como esperas. Sí, seguía siendo el mismo Rokuro.

-¡Baja los humos, camarón!- gritó una voz que me hizo soltar un suspiro.

Tenma caminaba hacia Rokuro con paso firme y una sonrisa altiva que te indicaba que la pronta pelea sería de orgullo. Su cabello, atado en una coleta baja, se movía con cada paso que él daba. Después que Keiji le comentase a su padre el por qué el comandante hizo lo que hizo, el jefe de los Ikaruga desterró cualquier pensamiento negativo que haya tenido referente al jefe de los Unomiya. Claro, no todos los miembros sabían sobre lo comentado por el líder sucesor, pero respetaron la decisión de Hoji-sama.

-Oh... parece que mi Roku va hacerlo de nuevo...- musitó con ansias Sayo a mi lado haciéndome sentir avergonzada.

-Creo que su sentido del tacto está averiado- opiné mirando como comenzaba a sacarse el abrigo que tenía puesto más su suéter de manga larga.

-No hagas... tonterías, Rokuro- riñó Benio a su lado por lo poco que pude escuchar.

Benio estaba creciendo hermosamente. Su cabello estaba un poco más largo, pero, el corte que le recomendé que se hiciera- para darle un poco de forma a su cabellera- le enmarca armónicamente el rostro. Solté un leve respiro viendo la escena que se iba a desarrollar a continuación, aunque ya sabía que sucedería. El entrenamiento de mi don había mejorado enormemente. Tenma y yo habíamos descubierto muchas cosas y comparado situaciones distintas. Mis vidas se repartían entre la isla y el continente. Deberían ser 100% iguales según había explicado o dado entender el guía superior, pero hubieron decisiones que tomaron mis vidas pasadas, las cuales conllevaron a leves modificaciones.

Yugen - Spin off SHIMAYU (Todo es cuestión de tiempo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora