Yugen - Spin off SHIMAYU (Todo es cuestión de tiempo)

Capitulo 10

-Escuchaste lo que te dije, ¿no?-

-Si... si...- respondí con cansancio mientras tomaba una gran taza de café intentando no verle el rostro.

Me sentía como si me hubiesen atropellado un millón de veces. Los recuerdos de esa Mayura vinieron a mi mente haciendo que me despertara mil veces acalorada y con el corazón a mil. Después de los dos baños con agua fría, decidí ir a entrenar hasta no sentir mis músculos. Algo que hice hasta el amanecer. Solté un suspiro largo mientras intentaba serenarme. Todos los músculos de mi cuerpo estaban hechos un nudo tenso. No sé, cómo tengo la fuerza de levantar la taza, llena de café, y dirigirla a mis labios.

-Los del dormitorio Seika, dentro de dos horas, nos darán el alcance en uno de los puntos sin explorar que Seigen-san sugirió por la llamada, de esta mañana. Sin embargo, iremos, en unos 20 minutos, con dirección a los puntos llenos de energía Yin para purificarlos como mencioné, ayer por la noche- Indicó Shimon quién se encontraba lavando sus utensilios sucios del desayuno, en el fregadero.

Con cada palabra que escuchaba de la boca de Shimon solo podía sentir el nudo de mis músculos tensarse. Necesito relajarme y centrarme en nuestra misión con mente ligera y activa. Un baño. Necesito un baño.

-... unos minutos, ¿Te parece bien?-

¿Qué? ¿Qué me parece bien?

-Ehm... Sí, claro- respondí, con leve nerviosismo, mientras evitaba a toda costa mirarle el rostro sin saber lo que afirmaba.

No quería recordar esos sueños, ¡Menos ahora!

-Bien...- respondió él mientras lo escuchaba salir de la cocina.

Bien..., ¡Es mi oportunidad de huir! Sin siquiera pensar, y solo dejándome llevar por mi instinto, lleve mi taza vacía al fregadero para comenzar a lavarla. Cuando terminé, prioricé en correr hacia al cuarto del ofuro (1), necesitaba, con urgencia, sumergirme dentro de esa agua caliente con esencia de té. Ahh... ya puedo sentir ese calor envolvente y el olor suave del té verde arroparme. Oh, mis músculos ansiaban ese momento.

-Mayura, ¿A dónde vas? Los talismanes están aquí-

¿Qué? Me quedé quieta con una mano al inicio de la baranda de la escalera, ¿Talismanes?

-O ehm... Sí, los ordené temprano. Ahora vuelvo planeaba...-

-No escuchaste lo que te dije antes, ¿No es así?-

Ese tono frío hizo que mi cuerpo tiemble desde mi nuca hasta la punta de los pies. La verdad, solo me centré en las indicaciones que dió y lo de purificar los lugares que dijo ayer, nada más. ¿Qué más dijo?

-Mayura-

Ese llamado con un tono molesto hizo que me volteara, lentamente. Con la vergüenza tiñendo mis mejillas, levanté mi rostro conectando mi mirada a la suya, la cual solo me transmitía lo molesto que estaba. Tragué duro intentando centrar mi mente en el ahora y no en los sueños que no me dejaron dormir toda la noche.

-Los civiles, como nuestros camaradas, dependen de nosotros para poner fin a este problema, del cual estamos perdiendo a mucha gente. Te necesito centrada y enfocada en esto. Estas no son unas vacaciones.- Terminó de regañar Shimon con tono fastidiado y una mirada dura.

Quise encogerme en mi lugar mientras me daba un golpe mental. Tiene razón. No debería importarme nada más que la misión. Es preocupante el sospechar que este puede ser el inicio de la catástrofe del mundo 98. Debo centrarme y dejar de pensar en tonterías.

-Disculpa, Shimon, yo...-

-Te pregunté si te parecía bien preparar los pergaminos de purificación, pero te espero. Iré organizando nuestro plan de ruta. No demores.-