Rayos, no sé de romance

PRÓLOGO

- "Perfecta equivocación": Olivia James lo tiene claro. Besaría a Ezra Johnson... ¡Por dios, es muy buena! ¿Le van a sacar versión física en 2023? -presiono la siguiente novela- "Agentes del desastre". Aitana y Exequiel son los mejores en el arte del escándalo. ¿su última misión... ¡Rayos, que original! ¿Por qué no se me ocurrió a mí? ¿Gano un wattys en 2021? -continúo leyendo- The senior (secuela de She is one of the boys)- ¿Tenía continuación? Además, ¿es pagada? Mira cuantos comentarios. - Bufo, levantando las manos en el aire. - En la vida voy a escribir una novela tan famosa.

Suspiro, afligida, mientras paso las páginas con el mouse. Angel me mira, rodando los ojos. Probablemente, piensa que soy una dramática y debe estar cansada de tener que escuchar mis quejas.

- ¿Qué piensas de una chica y su bully?

- Patético, muy cliché.

- ¿Cuántas novelas de chicas que se enamoran de sus bullys has leído? - pregunto, alzando la voz.

- Las suficientes para saber que son un asco. – Esta vez, yo ruedo los ojos por su respuesta.

Angel es así. Siempre critica mis novelas, diciéndome que son repetitivas y sin emoción. Aunque me critica aún más cuando le digo que no pienso subirlas a wattpad.

Por favor, decídete ¿No que son un asco?

- ¿Qué te parece si añado un trauma del pasado? Le daría un aire más dramático a la historia - me llevo los dedos a la boca. -Haría llorar a mis lectores.

Angel me mira con desaprobación. Sé que no le gusta cuando comienzo a morder mis uñas ¿Pero qué puedo hacer? Sufro de ansiedad y a menudo, llevo cosas a mi boca de forma inconsciente. Ojo, no soy antihigiénica. Incluso, en mi inconciencia, sé que existen ciertas cosas que nunca puedes llevarte a la boca. Hasta el momento, los que han sufrido más son mis uñas y mis lápices.

- Acaso, ¿se necesita un trauma del pasado para hacer que una novela sea triste? He llorado con novelas sin la necesidad de que me vendan tanto material traumático- Se levanta y se dirige a la puerta de mi habitación- La cosa está en escribirla de una manera en la que te exprese ese sentimiento de tristeza.

Sale de la habitación y me deja hablando sola. No me gusta cuando hace eso. Suele escucharme cuando la llamo, aunque la mayoría de veces está más pendiente de su celular que de mi charla. De todas maneras, siempre se va justo después de que termine de decirme lo que piensa. Nunca me deja contradecirla o al menos darle razones para convencerla de que se equivoca y de que mi novela puede llegar a ser un éxito.

Continúo leyendo las sinopsis de otras novelas, agregando a mi biblioteca aquellas que considero que pueden ser buen material de referencia. Escucho una vibración y desconecto el cargador de mi celular. Reviso el WhatsApp y leo el nuevo mensaje de mi grupo.

Demonios, ese profesor envió un nuevo modelo de informe.

Dejo el celular sobre la mesita de noche, ofuscada. Se suponía que tenía todo el sábado y domingo libres. Suficiente tiempo para corregir los errores ortográficos de mis borradores y escribir uno o dos capítulos más de mi última novela. No es que los fuera a publicar, pero los escribí por el simple hecho de que amo escribir. Poder decidir sobre el futuro de mis personajes y crear nuevos escenarios me hace sentir omnipotente, como un dios todopoderoso. Puedo ser poderosa, al menos en mis novelas. Sin embargo, ahora tengo que pasar el resto de mi sábado y todo mi domingo, escribiendo un nuevo informe que cumpla con los requisitos del profesor Jenko.

Rayos, como odiaba a ese profesor.

Sería mejor si mañana lo pisaba un tren y se ausentaba del trabajo por lo menos un mes. Toleraría mejor al suplente y creo que me iría mejor con mis calificaciones. Lástima, no había trenes en la ciudad y estoy segura de que ese profesor sería capaz de aparecer y dictar clases, incluso si tuviera todo el cuerpo enyesado. Cerré wattpad y abrí una nueva pestaña en Google para buscar información relacionada con el nuevo tema de mi tarea. Estuve redactando un Word durante algunas horas hasta que Angel me llamo para cenar.