⠀⠀⠀⠀❆❆❆ | CHAPTER EIGHT

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—Buenos días, lindo —dijo Jason, viendo al medio dormido Dick que se frotaba sus ojos, el ojiverde sonrió al verlo y se acercó a él para dejar un suave beso de buenos días en sus labios—. Estás muy precioso hoy.

—Siempre dices lo mismo, todos los días —dijo el mayor, bostezó, aún bastante dormido.

—Será porque estás precioso todos los días.

Dick sólo podía sonreír y ruborizarse.

En las últimas dos semanas habían estado muy empalagosos, nunca había sido un secreto que a Jason le gustaba dar amor, pero no sabía que Dick quería muchas muestras de amor y era muy necesitado.

Por más que a veces se hiciera el difícil, quería mimos y amor todos los días.

Cada oportunidad la usaba para darle un beso, o abrazarlo, dormían juntos y paseaban de la mano, sonreía más que nunca.

Jason sólo podía admirarlo con ternura y amor, porque era un ser muy cariñoso, y le encantaba.

Desde que habían empezado con esa relación informal, porque no habían arreglado ser nada aún, los otros Alters aparecían mucho menos.

—Ric no quiere salir porque él es heterosexual y que un hombre esté cerca afecta su masculinidad débil —dijo Dick, estaban en la cafetería de la universidad, como les era recurrente.

—Hey, deja al chico que tenga sus gustos, si no le gusta una buena polla está bien, las tetas no están tan mal después de todo.

—Ese fue el mejor comentario que te he escuchado decir —dijo Ric, su voz grave anunciaba su presencia—. No te voy a insultar está vez, te felicito.

—Qué honor, y viniendo de un chico tan lindo —le guiñó un ojo, con una sonrisa amplia, Ric hizo una mueca de asco y se fue, dejando a un Dick confundido.

—¿Me perdí de algo?

—No realmente —dijo Jason, tomó su mano y entrelazó sus dedos—. Dickie, ¿Cuándo tendrás una cita conmigo?

—Cuando me invites.

—¿Cuándo estás libre?

—Los fines de semana.

—¿Quieres salir conmigo este fin de semana?

—Claro que sí —dijo, y sonrió ampliamente— ¿A dónde vamos?

—Quiero ir al centro comercial y pasar una tarde en los juegos.

—Si me llevas a los juegos Richard va a tomar el control, le encantan los juegos, las luces y los premios de peluche... Tengo que hablar con Ric y preguntarle si es debido, es un niño.

—Lo sé, Dickie, siempre podemos cambiar de planes e ir al cine o algo.

—Sé que cuidarás muy bien de Richard, él no sale mucho, estaría bien darle un gusto.

—¿Puedo tener una cita con Richard en los juegos? Y después te llevo a comer a dónde quieras.

—A un restaurante de hamburguesas.

—Hecho.

—Será la mejor cita de mí vida —dijo el ojiazul, notoriamente feliz.

Ambos estaban muy felices y muy cómodos juntos, incluso podrían definirse como unos tontos, porque sonreían todo el día y cuando estaban a solas pensaban tanto en su compañero que se distraían de sus clases o de lo que estuvieran haciendo.

—Profesora al Ghul —llamó Jason, la clase había terminado y sus compañeros se retiraban del aula, quedando los dos a solas—. Quería comentarle sobre mí trabajo.

THE ALTERS ── JAYDICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora