Al siguiente día, Spencer y Ryan oyen un distante parloteo que proviene del corredor fuera del salón de ensayo. Las voces se vuelven más claras conforme se acercan a la puerta, por lo que el par de músicos en el interior reconocen el inconfundible timbre de su amigo. Tan pronto como lo ven entrar al cuarto acompañado del mismo tipo de ayer, quien carga su característico estuche en la espalda, Spencer reacciona rápidamente levantándose de la silla de su batería y se aproxima al intruso con firmes zancadas.
— Hey, me temo que esta sesión de ensayo es únicamente para miembros de la banda. — A causa de su actitud, una expresión fría y reservada reemplaza la sonrisa que el apuesto bajista portaba en su rostro. — Sin importar lo que Brendon te haya dicho, tú no eres un miembro oficial.
— Tómalo con calma, Spens. — El mencionado interviene, posicionándose en medio de aquellos dos. — Estás siendo muy grosero con mi invitado. Lo traje conmigo sólo para que viera el ensayo.
— Prometo no molestarlos, chicos. — Garantiza Dallon y recibe una mirada dubitativa por parte del hombre robusto. Spencer desvía sus azules ojos hacia su amigo bajito.
— Bren, ¿podemos hablar en privado? — Por esa pregunta, el vocalista vacila unos segundos antes de voltear hacia el bajista y pedirle amablemente que se retire por un minuto. Entonces su compañero de cuarto de una sola noche se aleja en busca de una silla en la cual poner su pesado estuche. Estando por fin solos, Spencer inquiere: — ¿Conseguiste algo relevante?
— Su número telefónico, obvio. — Destaca y enseguida ríe por lo bajo debido a la cara seria del baterista. — Nada de lo que dijo o hizo sonó particularmente extraño o sospechoso. Sólo es un hombre ordinario de Salt Lake City al que la música lo trajo hasta aquí. Tiene años de experiencia tocando diversos instrumentos, cantando, escribiendo y componiendo canciones: todo el paquete. El único problema es que ha tenido muy mala suerte. — La expresión intrigada de su compañero lo obliga a profundizar en el tema. — Dejando de lado el hecho de que su familia no lo apoya, todos los grupos en los que ha participado por alguna razón se desintegran o fracasan. Los principales motivos por lo que eso ha pasado son diferencias creativas y público difícil, respectivamente.
— ¿Y tú en verdad crees todo eso? — Spencer baja su volumen para que el otro ojiazul no lo escuche. — Es innegable lo competente que es como músico, eso no lo cuestiono. Sin embargo, esta banda es más que un grupo musical para mí. Tú y Ryan son mis amigos y me importan mucho. Si él atrae la mala suerte, debemos mantenerlo lejos de nuestro círculo. ¿Te imaginas lo duro que sería para todos si nos separamos por culpa de ese tipo?
— Eso jamás va a pasar. Cielos, no puedo creer que uses su desafortunado historial para querer convencerme de abandonarlo cuando está pasando por momentos difíciles.
— Brendon, deja de hacer esto. — El más alto se torna aún más serio.
— Hacer ¿qué? — El mencionado pregunta.
— Darle la mano a todo ser afligido que encuentras por ahí. Sé que no puedes evitarlo porque eres una buena persona, pero debes tener más cuidado. Cuando das todo de ti sin pedir nada a cambio, muchos abusan de tu generosidad. Ya estoy cansado de ver cómo te usan para su conveniencia. Sabes que esto sólo puede terminar en desgracia, así que te pido que no involucres tu corazón, por tu propio bien. — Dice, descansando sus manos sobre los hombros escuálidos del más bajito. — No sabemos mucho sobre este tipo, por ello no hay que confiarnos. Existe la posibilidad de que no sea tan inofensivo como aparenta.
Pero los ojos de su oyente se enfocan del otro lado del salón, observando lo que pasa detrás del corpulento físico de Spencer. Éste dirige su mirada hacia donde mismo, hallando a Ryan y al foráneo sentados lado a lado, charlando seguramente sobre música. El de ojos avellana apoya su guitarra acústica sobre su muslo y sus callosos dedos en el diapasón siguen las instrucciones que salen de la boca de Dallon, resultando en una secuencia de notas que plasma una sonrisa en el más delgado.
— También existe la posibilidad de que haya aparecido en nuestras vidas para unirnos más, ¿no lo crees? — Habla Brendon de nuevo.
— Bren…
— Démosle al menos la oportunidad de entrar a un periodo de prueba. — Sugiere, enternecido por ver cuán cómodo el tímido y callado guitarrista luce junto al desconocido. — En un par de días, podrás conocerlo mejor y tal vez te sorprenda. Quizá hasta logre hacerte sonreír como a Ryan.
Es precisamente esa sonrisa, la cual parece ser genuina, la que obliga al baterista a meditarlo unos segundos.
— Sólo dos días. — Sentencia. — Mientras tanto, trataré de no insistir con mis sospechas únicamente si tú haces caso a las advertencias que te he hecho.
— Por supuesto que andaré con cuidado. — Promete el azabache, mirando a su amigo a los ojos. — Gracias por tus consejos.
— No es nada. Y créeme cuando te digo que deseo incluso más que tú que mi mal presentimiento esté equivocado. — Esas son las últimas palabras que le regala al otro antes de regresar a la silla de su batería.
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The Ill-fated Musician •• Brallon
FanfictionLa historia de un desafortunado músico en busca de una oportunidad más. ¿Será que finalmente obtendrá el éxito que tanto anhela?