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Si Hada proviene de Fatum que significa destino.

¿Significa que lo nuestro estaba predestinado?




El agua caliente se llevaba las impurezas de su cuerpo, sentía sus músculos relajarse ante la agradable sensación del agua con olor a hiervas aromáticas que impregnaban el ambiente, sus largos cabellos dorados se desenredaban fácilmente cayendo delicadamente por sus hombros y terminando en su marcado pecho.

-Príncipe Minho, su prometido está aquí para verlo. -Oyó desde fuera del baño venir de la servidumbre.

Rodó los ojos y salió de la tina, fue trenzando su largo cabello cuidadosamente para no enredarlo, quería tomarse su tiempo, era temprano y el sol aún comenzaba a calentar, tenía todo el día y le gustaba siempre tomarse las cosas con calma.

Una vez vestido, enrolló su cabello con una toalla y salió del baño, escuchó a la servidumbre hablar sobre su falta de presentación al ver a su prometido pero realmente no le importaba, sabía que él entendería el por qué traía el cabello aún húmedo y una toalla en la cabeza.

Bajó las escaleras hacia la sala y allí lo vio, hablando con sus padres, con su perfecto cabello color cobrizo, ropa perfectamente planchada y maquillaje perfecto, él era el gnomo más hermoso que había visto en su vida, la mayoría eran solo enanos y arrugados pero él, al ser de la familia real de su reino, era diferente. Era usual para los nobles de cada raza tener características diferentes al resto, y en caso de los gnomos, los nobles eran muy hermosos en contraparte.

-Oh Minho, hijo. -Mencionó su madre, esta al momento de mirarlo cambió la expresión de su rostro de ternura a enojo. -Cariño ¿Qué te he dicho sobre verte desalineado frente a tu prometido? Sabes que ha viajado tanto para verte y te presentas así.

Minho rodó los ojos y se dirigió al chico para abrazarlo, este pareció un poco incómodo por la toalla mojada pero correspondió el abrazo.

-Qué grosero, ¿no vas a saludarlo con un beso? -Oyó de nuevo a su madre, rodó los ojos de nuevo, sin que ella lo viera.

Se alejó un poco para tomar el mentón del gnomo, y ante los expectantes y adorables ojos de este plantó un corto beso en sus labios, para luego dirigir una mirada hacia sus padres, la clásica y ya conocida mirada de "quiero tener privacidad con mi prometido".

Su padre se aclaró la garganta; -Bueno, cariño, supongo que debemos dejar solos a los niños.

Y así como ambos se levantaron del sofá, desaparecieron en unos segundos dejando a ambos chicos solos en aquella gran sala. El príncipe volvió a aferrarse al pequeño cuerpo del gnomo, danzando unos cuantos minutos tranquilamente mientras descansaba su cabeza en el cuello del chico, embriagado por el dulce aroma herbal de su cuerpo.

-Minho, ¿Cuántas veces te he dicho que no debes quedarte con el cabello mojado? Tu ropa está toda húmeda también.

-Sabes que amo que me trences el cabello con tus mágicas manos de gnomo todólogo. -El de cabellos cobrizos comenzó a acariciar el hombro del pelilargo, subiendo por su cuello y llegando hasta sus puntiagudas orejas, largas y definidas, orgullosamente demostrando su linaje noble, así como los gnomos nobles solían ser hermosos, los elfos nobles solían portar cabelleras largas al igual que sus orejas.

-Vamos a tu habitación.

El rubio tomó delicadamente la mano de su prometido, guiándolo hasta su habitación, este encontraba fascinantes los movimientos del alto, su cuerpo danzaba a través de los pasillos de la gran casa, logrando cautivarlo mientras tomaba su mano como si fuera el único para él.

Fatum ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora