Destiny's Puppet (Freepeaches)

Capítulo 2

―Muy bien, déjame recapitular chico fideo ― habló un bastante irritado Red Son, frotando su frente con una mano para intentar aplacar el dolor de cabeza que el relato del menor había provocado―. Estas diciéndome que no solo su estúpido grupo se separó y llegaste sin más aquí con Monkey King, sino que también le patearon el trasero y, para rematar, tu amigo cuatro ojos fue poseído por Lady Bone Demon y ahora ella esta tras el fuego de Samadhi.

Mk lucía visiblemente nervioso, jugando con sus manos mientras una sonrisa tensa adornaba su rostro―. Bueno... ese sería el resumen.

Apenas terminó de decir eso, el cabello del chico demonio ardió intensamente―. ¡¿Y se te ocurrió venir aquí?! Lady Bone Demon no tardará en hallarnos.

―¡Chicos, cálmense! ―exclamó Mei, colocándose entre ambos―. Aun si es verdad, tenemos a Monkey King para ayudarnos, y gracias a tu entrenamiento, ¡podremos quemar su frio trasero si viene por nosotros! ― exclamó animada, tratando de quitarle pesadez al ambiente luego de ver lo demacrado que había llegado su amigo al lugar.

Cuando los vieron, MK llegó casi pálido y jadeante junto al rey mono, llenos de ramas de árboles y lodo. Red Son a regañadientes los dejo entrar a las ruinas de las que se habían apropiado, siendo un antiguo templo de entrenamiento.

Monkey King no había soltado palabra alguna desde que llego y mantenía una mirada perdida, cosa que había preocupado a ambos jóvenes, sin embargo MK rápidamente desvió la atención hacia él y les pidió dejarlo solo y descansando mientras les explicaba la situación.

Y allí era donde estaban ahora, luego de haber soltado toda la sopa. O bueno, al menos casi toda.

―Tienes razón, Mei― dijó forzando una sonrisa, que ni el mismo se creía, pero no podía rendirse tan fácil. No cuando alguien tan importante estaba siendo controlado por esa loca mujer.―Pero... hay algo que no les conté ― tragó saliva cuando el chico demonio le miro con completo fastidio.

―Más te vale soltarlo ahora ―Mei posó una mano en el hombro de este, contacto que extrañamente logro calmarlo.

Inmediatamente MK retomó el habla―. Ella dijo... algo que afecto mucho a Monkey King ―como si estuviera revelando un secreto sumamente íntimo, se acercó a ambos, hablando en un murmulló―. Dijo que el señor Tang era el monje Tripitaka... pero eso no es posible, ¿verdad? ― rió nervioso―. En varias historias se dice que el ascendió al reino celestial tiempo después de concluido el viaje, no hay manera de que el señor Tang esté relacionado. Debe ser una equivocación.

La manera en que lo decía... incluso Red Son sintió un dejo de lastima, más no lo externo, solo le miró seriamente mientras Mei tenía una expresión de preocupación.

―Escucha chico fideo, por muy poco que me interese tu amigo, tienes que admitir que si no ha muerto, es porque Lady Bone Demon ve algo valioso en el ― reflexionó con un sorpresivo tono analítico ―. No podemos saber con certeza lo que sucedió hace milenios. Y además, no veo porque esa loca mentiría ― se cruzó de brazos―. Es una manipuladora, pero no creo que fuera tan tonta de inventar algo así, siendo que Monkey King tiene más siglos que ella.

Hubo un pequeño silencio, el par de amigos tratando de sopesar la situación. ¿Tang realmente era una reencarnación? Ninguno sabía como precisamente funcionaba, pero tal como había dicho Red son, si había afectado tanto al mismísimo rey mono, entonces no podían solo tacharlo de falso.

―Independientemente si es mentira o no ― comentó Mei de repente―. Algo tenemos seguro: vamos a rescatar al señor Tang y salvar a todos, ¿oh no, Monkie kid? ― animo, extendiendo su puño para chocarlo con el ajeno.

MK la miro fijamente unos segundos, sintiendo el peso del mundo en sus hombros. Más la sonrisa de su amiga le dio el empujón que necesitaba para alejar esos sentimientos de su pecho. Ambos puños chocaron.