Parte 1

2.1K 206 9
                                    

- ¿Preparado para una noche trepidante, Stiles? -preguntó Stiles a su propio reflejo.

De entrada, no parecía que fuera a ir mal la cosa. Allí estaba él, estrenando el traje más elegante que tenía, de un tono azul oscuro casi negro, con camisa y corbata fina de similar color. Algo que jamás se habría imaginado que pudiera sentar tan bien, por lo que se alegró de haber espiado escuchado a Lydia cuando ella se lo estaba contando a Allison.

El adolescente pasó la mano por la solapa de la chaqueta, eliminando una arruga imaginaria, y francamente sorprendido con lo que estaba viendo.

- ¿Ya estás listo? -preguntó el Sheriff Stilinski, asomando la cabeza por la puerta del baño.

- Sí, creo que sí. ¿Qué pasa? -preguntó cuando se dio cuenta de que su padre lo estaba mirando fijamente. Examinó su atuendo con más detalle, temiendo encontrar una mancha de grasa en los pantalones... No sería la primera vez.

- Estás muy guapo.

- ¡Papá!

- Es la verdad. Sabes que si no lo pensara, no te lo diría -obvió el sonrojo de su hijo para darle una palmadita en el hombro-. Se nota que estás con Lydia. Esa chica ha conseguido que se te pegue un poco de su estilo.

- No estoy con ella -el sonrojo de Stiles aumentó, aunque bajo él el Sheriff creyó detectar un tono de... ¿culpabilidad?

Debían ser imaginaciones suyas, pensó Stilinski. ¿Por qué iba a sentirse culpable cuando por fin lograba aquello con lo que llevaba años soñando?

- Has conseguido que Lydia quiera ir contigo a la fiesta de Fin de año, donde todo el mundo sabe lo que pasa cuando termina la cuenta atrás -recapituló Stilinski-. Eso, en mi experiencia, es sinónimo de estar saliendo.

- ¿Sabes? Es muy incómodo que un padre, que además resulta ser el Sheriff, no solo aliente a su hijo menor de 21 años a salir en una noche en la que es evidente que va a haber alcohol, sino también a besuquearse con una chica.

- Si no recuerdo mal, es la chica con la que llevas años soñando. -canturreó el hombre-. Y algo me dice que en esos sueños había muchos besos...

- Yyyy, sorprendentemente, esta conversación se ha vuelto aún más incómoda.

- Está bien, está bien, ya paro -rio el Sheriff, dándole otra palmadita a su hijo-. Solo quería decirte que me alegro de que al final vayas a salir. Después de todo lo que ha pasado en los últimos años te mereces disfrutar un poco y llevar una vida de adolescente normal... Si exceptuamos la parte de los hombres lobos, claro.

- Por supuesto -dijo Stiles, mortalmente serio, pero enseguida le salió una sonrisita.

Aún no terminaba de creerse que ahora su padre conocía de la existencia de hombres lobo y cazadores, por lo que ya no hacía falta ir de puntillas cada vez que se hablara de algo sobrenatural... lo que ocurría una media de 20 horas al día.

Lástima que, aunque ya supiera esa verdad, había ocasiones en las que tenía que seguir ocultándole cosas.

Stiles tuvo que tragarse el nuevo nudo de culpabilidad cuando su padre le dio un abrazo a modo de despedida. Debía marcharse a comisaría, donde estaría de guardia toda la noche.

- Pásatelo muy bien -pidió Stilinski a voces, ya en el recibidor, mientras recogía su placa y pistola-. Y por favor no hagas nada que yo no haría, ¿quieres?

- Si tú no hicieras la mitad de las cosas que haces, este pueblo tendría un porcentaje de muertes aún mayor de lo que ya tiene.

El Sheriff rio ante la nueva ocurrencia de su hijo, intentando no pensar en toda la verdad que encerraba aquella hipotética broma, y se marchó para que terminara de arreglarse para la gran noche.

Por su parte Stiles, una vez hecho uso del sarcasmo para que su padre creyera que todo estaba bien, dejó de fingir.

En el acto la sonrisa que le mostraba el reflejo del espejo desapareció para ser sustituida por una mueca apagada. Y al mismo tiempo sus ojos se llenaron de esa tristeza que llevaba experimentando desde hacía días.

En un absurdo intento por fingir que no estaba tan mal como parecía, salió del baño para no seguir contemplando su reflejo. Sin embargo, en lugar de bajar las escaleras para salir de casa e ir a la fiesta a la que se suponía que iba a ir, enfiló hasta su dormitorio.

Y al llegar allí se encontró con la que solo iba a ser la primera de las muchas sorpresas que iba a recibir aquella noche de Fin de año.

- ¿Derek?


Continúa...


Noche de Fin de Año en Beacon HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora