CAPITULO 2

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D: Doctor, mi hijo se puso mal (apareciendo de pronto)

Jul: Vamos a verlo inmediatamente (yendo hacia el área de los cuneros junto a Refugio)

Dionisio se quedó afuera de los cuneros. Estaba con el corazón destrozado por ver a su hijo en ese estado.

R: Sí, lo sé. Pero no solo de pende de mí, sino también de los padres.

D: Sólo tendrá mi amor y el suyo. Pero de su madre no. Ella no lo quiere.

Jul: Sí, es verdad. Solo te va a ayudar su padre porque la madre no lo quiere. Lo dijo desde que lo tuvo.

R: Qué mal que se comporte así siendo una criatura indefensa. Haré todo lo que esté a mi alcance. ¿Cómo se llama el bebé?

D: Igual que su padre.

R: Usted es el padre del bebé. Y su nombre es...

D: Dionisio Ferrer. Un placer (le da la mano) ¿Usted es...?

R: Refugio... Refugio Chavero.

Al darse la mano se quedaron viendo unos instantes a los ojos. Pero duró tan solo unos segundos ya que el médico que los acompañaba los interrumpió.

Jul: Bueno, a su trabajo enfermera Chavero.

CUARTO DE CAMILA MONTERDE

C: Doctor, me quiero ir de este lugar y del país. ¿Me puede ayudar diciéndole a mi esposo que me voy de sus vidas para siempre?

Doc.: ¿Cómo puede decir eso? ¿Su hijo no le importa?

C: No me importa ninguno de los dos.

Doc.: Haga lo que crea conveniente para usted, pero no cuente con mi ayuda.

XX: Hola mi amor, ¿estás lista para irnos del país?

C: Sí, Rómulo. Pero antes tengo que pedirle el divorcio a Dionisio.

Ro: Vaya... Ya te habías tardado, pero no quiero nada de bebes ni tus celos. ¿De acuerdo?

C: Lo sé. Y ya no puedo tener hijos, así que no te preocupes.

Ro: Muy bien. Vamos antes que venga tu marido.

EN LOS CUNEROS

R: Mi pequeño príncipe, ¿cómo se siente?

Dionisio la observaba sin decir nada. Ella era capaz de todo por amor a un bebé que no conoce. Lo supo enseguida.

R: Señor, ¿está bien?

D: Sí, sí. No se preocupe.

R: Bueno, ahora a comenzar con el tratamiento.

Dionisio miraba atento a todo lo que hacia la enfermera Refugio. ¿Sería posible que su hijito estuviera bien con ella? De pronto un pensamiento se le vino a la mente. Pero no... no podía volver a amar después de lo que le hizo Camila. Al igual que González, la mujer que amo y lo traicionó. Parecía que el amor no estaba destinado para él.

R: ¡Señor! (le dijo en voz elevada) ¿Dónde anda? Su hijo necesita comer.

D: Lo siento. ¿Qué debo hacer?

Refugio le dio a su hijo con el biberón para que le diera. Era prematuro y muy pequeño.

¿Cómo algo tan pequeñito podía sacar todo de una persona? Refugio lo observaba como cuidaba a su hijo, lo cauteloso que era para sostenerlo y darle de comer. Se preguntaba cómo era ese hombre.

MY WILL (MI VOLUNTAD) (私の意思  Watashi no ishi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora