Después de una tracción ,de su marido ella tendrán la voluntad ,de salir y luchar por todo por su hijo que le arrebataron y por su amor propio y un nuevo amor .
Después de la traición de esposa se volvió, frio, amargado, sin amor , sin voluntad d...
Refugio que estaba por bajar y palideció al ver a la persona que se había presentado reclamando por su hijo.
XX: Sí, soy tu hermano.
D: Vaya... Atilio Ferrer.
Refugio al escuchar su voz supo quién era. Nada más y nada menos que el señor Atilio Montenegro, entonces el bebé era de él. Con razón se le hacía muy familiar.
D: Mi amor, te presento a mi hermano.
R: Buenas noches, Atilio.
AT: No sabía que trabajaba con mi hermano. Pero bueno... vengo por mi hijo.
R: Se quedó dormido porque estuvimos paseando ¿verdad, mi amor?
D: Sí, hermano. Está en el cuarto de mi hijo. ¿Vienes solo o acompañado? (Pensando de donde se conocían Atilio y Refugio)
AT: Sí, con mi esposa.
Victoria se bajó del carro y entró a la casa de Dionisio preguntando por su bebé.
V: ¿Dónde está mi hijo, Atilio? (mirando a Refugio que estaba en la casa de su cuñado)
AT: Se quedó dormido, mi amor.
De repente cayó una terrible tormenta. No podrían salir hasta que parara o hasta el otro día. Dionisio creía peligroso que salieran con el bebé. Pero lo que más lo carcomía era la curiosidad de saber dónde se conocieron.
Se pusieron a conversar de cosas triviales hasta que escucharon a los bebés.
Refugio y Victoria fueron por sus hijos mientras que los hombres se fueron al despacho.
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EN EL DESPACHO
D: Dime, ¿cómo te fue con Isadora?
AT: Mal, me dejó por otro.
D: Resulto ser igual que Camila.
AT: Ay hermanito... hasta el mal de amores compartimos ¿Verdad?
D: Dime una cosa... Tu hijo es de Victoria ¿verdad?
AT: Sí, estoy casado con ella desde hace dos años.
D: Ah ya...
AT: Dime una cosa... ¿Amas a Refugio? Lo veo en tus ojos.
D: Sí, pero tengo miedo que se vaya y nos deje a mi hijo y a mí.
AT: No te dejará, confía en mí.
D: Por cierto... me enteré de que ella está de regreso
