Tu Dolorosa Carta

Epílogo

«Despues de la muerte de mi Padre, seguí su tradición de visitar las tumbas de ambos, mi madre aveces iba a limpiar y poner flores
Su baúl aún lo conservo, he guardado las fotos con total aprecio que están bien cuidadas, no me avergüenzo de la historia de amor tan pura que tuvo mi papá, al contrario, estoy orgulloso por qué me la haya contado, así que hasta aquí ha acabado está humilde historia»

Al final solo fueron Miguel y Robby leyendo el libro en el pasto cerca del lago de Miyagi-Do, los demás se fueron llendo a medida que avanzaba la lectura

El Omega observo la fotografía final mirando por un momento al Alfa, se acercó un poco recargando su cabeza sobre el hombro del chico.

—Es una historia bonita—Comento Miguel mirando hacia el lago nervioso por tener cerca a Robby y oler su olor dulce de algodón de azúcar

—Lo es, ¿Será egoísta que quiera tener a alguien que me así?—Pregunto Robby en voz baja, Miguel se removió y lo miró indignado

—¡Para nada! ¡Tu mereces eso y más!

—¿Encerio lo crees?

—Si, yo, Robby...Yo creo si ese Miguel del libro hubiera sido valiente la historia sería diferente, y yo quiero ser valiente—Tartamudeo un poco nervioso ante la mirada expectante del Omega

—Ya eres valiente Miguel, eres el chico más valiente que conozco—Comento viendo a un pececito naranja nadar en el estanque nadar libremente

—Pero ese Miguel se quedó sin su alma gemela y yo no quiero quedarme sin la mía—Intento que Robby captará lo que quería insinuar

—¿Sin la tuya?—En automático pensó en una chica de ojos azules—¿Sam? ¿Sam, es tu alma gemela?

—No, no es ella.

—¿Es Tory acaso?

—Tampoco es Tory

—¿La chica con la que te besaste en la fiesta?

—No Robby, no es una chica.

—¡¿Demetri?!

—¡No! El es el alma gemela de Hawk.

—¿Entonces quien? ¿Lo conozco?—Pregunto con un deje de celos

—Robby, no se si te haz dado cuenta, pero, somos almas gemelas—Aquel sonrojo fue un indicativo de que no tenía el conocimiento del asunto

—¿Yo?

—¿Conozco a otro Robby Keene?

—¿Si? Digo, no se.

—Solo te conozco a un Robby Keene.

—Ah. ¿Acaso quieres que estemos juntos?—Fue una pregunta tirada al aire, el moreno asintió antes de sentir el peso del castaño sobre su cuerpo tumbandolo al césped que se encontraba emocionado, bueno, su lobo lo estaba aún más.

—Yo no quiero tener que pasar una vida agonizante por no haber sido valiente, yo te quiero Robby—Confeso mirando al otro sonreír ampliamente y acercase a su rostro

—Yo también te quiero Miguel—Susurro antes del besarlo, y tal como Theodore Díaz explico en el libro, se sintió como sus lobos se rozaban magistralmente, dando la prueba de que eran una pareja destinada.

Sus labios al unirse pareciera que eran piezas de rompecabezas que se unían con tal sincronía que estaban hechos el uno para el otro, el Alfa puso una mano sobre la cintura del Omega abriendo un poco su boca dejando que Robby liderará el beso con lentitud.

—Yo tampoco quiero ser ese que se fue sin luchar por ese amor—Respondió Robby acariciando su rostro con la suavidad de sus manos pasando por la mejilla de piel morena perdiéndose en sus ojos marrones mirando como si fuese un ángel.

★Mi amor por ti traspasara tiempo, castas,sociedad★

Sus almas tomaron su forma original y estaban juntos, una vez más, agradecidas por no haber esperado tanto.

[Nota de Autora]

Gracias por el apoyo y esperado que les haya gustado está historia que surgió de un borrador que tenía guardado por mucho tiempo esperando seguir escribiendose.