Love Symptoms •KTH •

Doce

Entraron.

Jungkook fue el primero en ingresar, charlando animadamente con Park Jimin, quien le seguía; Lia debía estar infartando en este momento. Detrás se pudo apreciar la imagen de Min Yoongi, quien traía una botella de soju un su mano izquierda; a diferencia de los dos primeros, éste ingresó con un semblante serio, seguido de Kim Taehyung, quien llevaba más menos la misma expresión facial que él.

Parecerá mentira pero nunca le he visto sonreír, a menos que fuera sarcásticamente.

Todos sus amigos se veían bien, sencillos, pero bien. Al vernos no reaccionaron ni se detuvieron, sólo continuaron y tomaron asiento, los vacíos a nuestro alrededor.

Yo estaba en el medio entre Mica y Lia, al lado de ésta última se encontraba una silla vacía, también al lado de Génesis, pero ese puesto ya conocía a su dueño.

Jungkook, al ser el encantador que todos conocemos, sí se detuvo a saludar de manera independiente, empezando por Lia.

—Hola, Lia— sonríe.

—Feliz cumple, Jungkook— responde con un tono alegre— no envejeces.

—Ni me verás envejecer— ríe levemente y dirige su mirada hacia Mica— ¿qué tal todo, Micaela?

—Me va bien, Jeon— ella lo observa— feliz día— asiente.

—Gracias, amargada— sonríe sarcásticamente y ella lo observa ofendida pero segundos después vuelve a llevar su vista hacia otra parte.

Finalmente me observa y guiña un ojo divertido. Tuve que levantarme de mi lugar, no puedo ser tan fría con él. Luego de ofrecerle un abrazo, una sonrisa se coló en mis labios.

—Feliz cumple, de nuevo— repetí, ya que a las 12:00AM ya lo había felicitado.

Él deshace el abrazo.

—Gracias, de nuevo entonces— ríe un poco.

Busco en mi cartera el detallito que había comprado para él, que, aunque no fuera gran cosa, quizás le gustaba.

—Ehm..— los encierro entre mis manos, causando intriga.

—¿Qué traes?— indaga él.

—Es un detallito— una mueca torcida de timidez no pudo evitar salir.

—No debiste molestarte, Lara.

—No me molesta, sólo me pondré triste si no te gusta— río levemente, y él observa mis manos, las cuales voy abriendo lentamente.

Abrió sus ojos y su boca formando un círculo, aparentemente sorprendido.

—Vaya— continúa observando.

—Si no te gustan puedo–

—Calla— los quita de mis manos, interrumpiéndome— sí me gustan, me gustan mucho; el tamaño, la forma, todo— afirma enérgicamente y sonríe ampliamente— muchas gracias, Lara.

—No es nada, Jungkook— sonrío levemente.

—¿Qué te regalo?— pregunta desde atrás la pelirroja, pero con un tono curioso, nada celoso, sabe que yo lo aprecio mucho como un hermano, al igual que él a mí.

El pelinegro se acerca a su novia y toma asiento al lado de ella, abre las manos, mostrándole mi detalle.

—¿Pendientes?— me observa enternecida— eres una linda, Lala— luego lleva su mirada nuevamente hacia su novio— me los prestarás de vez en cuando, ¿verdad?— con su pregunta sólo logró ganarse una mala mirada por parte de Jungkook, seguida por una sonrisa que indicaba que no se había enojado en realidad.

—Están hermosos, gracias— reitera sus agradecimientos y sencillamente asiento.

—Jungkook, ¿no nos presentarás a tus..— habla Yoongi pero se detiene unos segundos— ..invitadas?

—A Génesis no, a las demás sí— aclara divertido.

—Neh, no me interesa mucho conocer a tu novia— contraataca y la pelirroja lo observó inexpresiva.

—A ella tampoco— responde por ella, antes de que pudiera decir algo, por lo que sólo calla y desvía la mirada hacia su celular.

—Bien.. anda.

—Señoritas, todas conocen a Min Yoongi, ¿no?

Lia y yo asentimos, mientras que Mica dejó claro que no directamente.

—No, ¿quién es?— finge no conocerlo, y muy bien que finge.

Eso llamó la atención de Yoongi, quien la miró inmediatamente y dió unos pasos más cerca.

—Soy uno de los mejores jugadores del equipo y uno de los más populares de la institución, no me digas que no me conoces— habla con una voz grave y sin quitarle los ojos de encima.

Ella sonríe de lado.

—Tienes el ego demasiado alto, Min Yoongi— alguien debería ayudarte con eso.

—¿Te me estás insinuando?— pregunta él en un tono bajo, pero logro escuchar.

—No soy así de fácil, señor— niega y observa su celular desinteresada, o fingiendo desinterés.

Qué bien actúa.

Yoongi recorrió su persona con sus ojos y una pequeña sonrisa pícara apareció en sus labios.

El pelinegro carraspea su garganta para llamar la atención de los dos que recién se conocieron. Ellos lo observan y callan.

—Bueno, Yoongi, ella es–

—Micaela— interrumpe ella, respondiendo antes. Este sólo asiente levemente, observándola.

—Nombre latino, ¿eh? Me gusta.

—¿Yo o el nombre?

—Averigua eso.

Mica sólo lo observa, no imagino sus chillidos internos, nunca imaginé que Yoongi fuera tan directo y seguro, y tampoco que Micaela no se dejaría ver como una boba frente a él.

Dios, la admiro.

—Bueno, continúo. Señoritas, Park Jimin— señala al mencionado y éste sonríe de manera dulce, pero observa a Lia con atención, por unos segundos, ella por su parte, no puede quitarle la mirada de encima, pero parece engatuzada.

—Me acuerdo de ellas— afirma seguro— no sabía que fueran amigas de Jungkook.

Ninguna respondió, no por incomodidad, sino porque no sabíamos cómo.

—¿Ustedes se conocen?

—Sí, sin querer tropecé con ella— señala con la cabeza a Lia, quien ya estaba sonrojada— obviamente la ayudé como el caballero que soy, y.. no olvidé su rostro— sonríe levemente.

Ahí es cuando finalmente Lia considera mejor para sí misma desviar la mirada antes de chillar emocionada, o salir corriendo de allí.

Respira, pequeña, te nos mueres.

—Bueno, Jimin, ella es Lara— me señala y hago una pequeña reverencia— aquella loca es Micaela— ésta sonríe falsamente a Jungkook pero al ver a Jimin sonríe rápidamente— y ésta señorita, con la que chocaste, ella es Lia— finalmente señala a la castaña, quien no sabe cómo saludar o reaccionar.

—Un gusto, las tres— la observa y esa sonrisa vuelve a aparecer— hola de nuevo.

Ella traga en seco.

—H-hola.

Aprieto los labios, sintiendo vergüenza por sus nervios que la hicieron tartamudear, si eso me llega a pasar a mí creo que no tuviera valentía de volver a mirarlo a la cara.

De hecho, creo que algo así me pasará a mí.

—Y bueno, ya saben, éste es Kim Taehyung— lo señala, por lo que llevo mis ojos hacia él.