Diecisiete

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A cada rato revisaba nuevamente la hora que marcaba el reloj, estaba inquieta. En parte le agradezco a Micaela el haberme recordado que Taehyung podría llegar en cualquier momento.

Pero comencé a pensar en cosas extremadamente lógicas, recordando que él no sabe dónde vivo exactamente.

Eso fue hasta que me llegó un mensaje de un número desconocido que me hizo helar.

“Recuerda lo de hoy, iré en un rato.”

Definitivamente era Taehyung, ¿cómo consiguió mi número? ¿Conoce mi dirección?

Mi cabeza era un completo lío, y el tiempo corría.

Ya había pasado un tiempo desde que leí ese mensaje. Llegué del instituto, me duché, alcancé a comer algo y luego fue que leí el mensaje. Estamos hablando de una hora y media de todo esto.

Taehyung podía llegar en cualquier momento.

—¡Lara!— llama desde abajo mi madre, y siento cómo el oxígeno abandona mis pulmones— tienes visita.

Diablos rojos.

Que sea lo que Dios quiera— susurro bajo, y me coloco mis zapatillas antes de bajar.

Veo a mi mamá en el pasillo y la detengo rápidamente.

—¿Quién es?— susurro bajo.

—Un chico, nunca lo he visto antes aquí, pero está guapo— sonríe levemente— tengo que irme, Michael está en casa de unos amigos suyos, lo recogeré más tarde— asiento— los dejo sólos— sonríe.

—Mamá, ya.

—Adiós, hija— despide y camina hacia la puerta para marcharse.

En mi camino hacia el living consigo ver a Taehyung de espaldas, sentado en el sofá revisando su celular.

¿Cómo puede verse bien desde todos los ángulos?

Mi corazón me advierte que si no me tranquilizo, él explotará, por lo cual sobo mi pecho lentamente y tomo una bocanada de aire antes de adentrarme.

Aclaro mi garganta y él me observa, sentí congelarme cuando sus ojos quedaron fijos sobre mí.

Parpadeé consecutivamente, y ahí mi corazón volvió a hacerme otra advertencia.

—Buenas, porque tarde llegas tú— bromea él, sin embargo no ríe, no supe si había hablado en serio.

Me senté en la misma cómoda que él, sólo que más lejos. Me crucé de piernas y suspiré.

—¿En qué te ayudo?— murmuré bajo, pero alcanzo a oírme.

—A ver— busca en su mochila— es un trabajo extenso y..— saca las hojas y me las entrega para yo leerlas— en una tarde no puede hacerse completo, por lo que creo que tres días vendrían bien, ¿no?— asiento mirando la orientación del trabajo, no era complejo, pero no se lograría en una tarde, como bien expresa Taehyung.

—Es traducción y gramática, es fácil, pero está largo— hablo, finalmente con claridad.

—Sí, pero el inglés y yo somos un poco, como enemigos, a veces.

—¿Quién podría ser tu enemigo?— susurro inconsciente.

—¿Qué dices?— habla él.

—Eh..— lo observo y rápidamente bajo la mirada— estoy leyendo el trabajo en voz alta— miento.

Asiente y vuelve a mirar al celular.

—Aparte del informe escrito hay además una exposición, necesito ayuda también con mi acento y sobre qué debo decir— agrega.

—No hay problemas— niego en voz baja.

—Y gracias, Lara— agradece y rápidamente lo observo, viendo cómo portaba una sonrisita leve, que me atontó por un momento.

Apreté los labios y asentí con lentitud, él frunció un poco sus cejas y regresé mi mirada al trabajo. Suspiro.

—Tres días está bien.

Vuelve a asentir con la cabeza y junta sus manos.

—Entonces ¿por dónde empezar?

—Hmm..— hago una mueca torcida sin estar segura— no sé.

Mi inseguridad hace reír levemente a Taehyung.

—¿Eres la experta y no sabes por dónde empezar?— indaga incrédulo.

Abro la boca pero no articulo ninguna palabra.

—Ni siquiera sabía de qué se trataba el trabajo, necesito al menos unos minutos para procesarlo— respondo en un tono apenas audible.

—Entiendo— cierra sus ojos por un momento— perdón.

—No pasa nada— niego con la cabeza.

Mirando la hora que marcaba su celular, decide hablar nuevamente.

—¿Sabes..?— se levanta del sofá bajo mi mirada atenta— Creo que lo mejor es que te quedes hoy con el trabajo para analizarlo, y mañana poder trabajar con más rapidez ¿No es lo idóneo?— ladea un poco su cabeza.

Procesando sus palabras, consideré que tenía razón. No podíamos hacerlo tan rápidamente, menos sin saber por dónde empezar. Menos yo, que demoro mucho en terminar un trabajo, porque soy un poco perfeccionista, pero no es mi culpa.

Es culpa de Jungkook.

—Sí, creo que debería quedarme con él— me levanto de igual forma y aprieto mis labios aún viéndolo.

Él sonríe levemente.

—Qué manías te traes— dice y alza la ceja.

Yo, sin haber ententendido a qué se refería decidí preguntar.

—¿Manías?

—Olvídalo— suspira— bueno, te dejo con el trabajo, te veré mañana mismo aquí, a esta misma hora— hace saber— anda, nos vemos— da media vuelta para salir, pero ahí recuerdo algo.

—Taehyung— lo llamo, pero inmediatamente me arrepentí, porque no sabía en qué tono preguntarle lo que había formulado en mi cabeza.

Él se gira viéndome, esperando a que le hiciera saber el motivo de mi llamado de repente.

Carraspeo mi garganta y respiro hondo.

—¿Cómo..— al ver su mirada tan fija, decido bajar la mía— ..conseguiste mi.. número?

—Oh, eso— ríe levemente— Jungkook me lo dió, al igual que tu dirección— explica— iba a pedirte que me lo dijeras tú ese día que te pedí ayuda, pero estabas helada y consideré que lo mejor era dejarte tranquila— frunce sus cejas nuevamente— ¿Siempre eres así de tímida?

Tú me haces ser una completa tonta.

—Al principio me cuesta hablar. Más si se trata de populares y deportistas— hago saber.

Él asiente.

—No dejes que ningún popular te intimide, ellos son lo mismo que tú ¿Ok?

Asiento sin seguridad alguna.

—Bien, ahora sí, si no hay más dudas, nos vemos mañana.

—Está bien— asiento, y camina hacia la puerta principal para salir completamente de mi casa.

Finalmente pude soltar el aire contenido luego de tanto tiempo respirando con descoordinación.

—No fue tan malo— susurré para mí, posteriormente sonreí sin poder evitarlo.

Sonríe hermoso, y no es mal chico.

Sacudí de un lado a otro mi cabeza, para luego dirigirme hacia mi cuarto para comenzar a analizar el trabajo que había traído a Kim Taehyung hasta mi casa.

Love Symptoms •KTH •Where stories live. Discover now