Love Symptoms •KTH •

Diez

—Y finalmente Jungkook no vino hoy. Todos preguntaban por él— cuestiono conversando con mi amiga pelirroja, había pasado todo el día sin verla ni escribirle.

—Sabe que sería el centro y no le gusta eso en lo absoluto, decidió mejor no venir.

—¿Y eso que, milagrosamente, no te quedaste con él?

Ríe levemente.

—Él me obligó a venir, de hecho, no quería, bueno nunca quiero, sólo por ustedes tres, pero ya.

Sonrío negando.

—No puedo con ustedes.

Luego de una jornada sin tanta presión, pero tampoco mucha libertad, ya era hora de abandonar el lugar.

—Bueno, ya..— suspira nerviosa, rápidamente la observo atenta.

—¿Qué pasa, Gén?

—¿Y si no le gusta?

—¡¡Que sí le va a gustar!!— repito por tercera vez en el día, está demasiado insegura, pobrecita.

—Gracias por darme ánimos de nuevo, Lala— pellizca mi mejilla y sonríe rápidamente— debo traerte loca con mi locura.

—Desquiciada.

—Gracias, taza de café sin azúcar— contraataca con una sonrisa forzada y haciendo referencia a la amargura del café, refiriéndose a que no tengo sentido del humor, cuando claramente está siendo sarcástica porque sí tengo.

Suspiro en busca de paciencia, de manera dramática pero para que pareciera real.

—Bueno, mi amada Génesis, sí le va a gustar, así sea una maldita piedra lo que quisieras darle te lo iba a aceptar porque te ama— ruedo los ojos y hago un resumen, evitando que vuelva a sentirse insegura y a volverme loca por gusto.

—¡Ah! Me diste una idea, le voy a regalar una piedra— menciona emocionada, o fingiendo emoción, no estoy segura, sólo sé que la observé de la manera más incrédula posible.

—Dime que estás de broma, Lee.

—No no, será para ver su reacción nada más— aclara, haciéndome reír.

—Capaz y te lo acepte.

—Sería gracioso.

—Señorita Lee— escuchamos una voz grave detrás de nosotras, por lo que ambas llevamos nuestros ojos hacia el profesor que llamó a mi amiga.

—¿Sí, profesor Byun?

—Hágame el favor.

—¿Hice algo malo?— finge asustarse.

—No, no, nada, sólo es para que haga una revisión del examen, no entiendo lo que escribe.

Ríe y me observa.

—Iré a ver esa basura, ni yo sé qué escribí ahí— sonríe— espérame fuera, no te vayas sin mí— exige, señalándome con su dedo.

—A la orden, capitán.

Asintiendo levemente da media vuelta y camina hacia el profesor, mientras yo continúo sola por los pasillos, dispuesta a llegar a la salida, pero unas voces que parecían discutir llamaron mi atención, por lo cual decidí detenerme y acercarme sin ser vista.

A medida que me iba acercando iba reconociendo las voces, en la esquina me detuve. Asomé un poco la cabeza pero disimuladamente para evitar ser vista.

—Es que siempre es lo mismo contigo, Jisoo— regañaba él.

Él, sí, Kim Taehyung, el único.

Parecía estresado, o más bien, cansado, harto, no sabría explicar todas las emociones que revela sólo con su manera de hablar y rostro en esos momentos.

—Taehyung, ¿cómo irás a un lugar donde no invitan a tu novia?— indaga ella en un tono molesto.

—Jisoo, es mi vida, no puedes mandar en mi vida, ¿vale?

Ella puso su peor rostro de chica ofendida y suspiró fuertemente.

—¿Estás eligiendo a tu amigo por encima de tu novia?

—No empieces con tus jueguitos de manipulación mental, conmigo eso no funciona y lo sabes, no quieras dominarme, no soy ninguno de tus fans frustrados ni mucho menos— contraataca él, con toda seriedad.

—Pero Tae–

—Pero nada, Jungkook es mi amigo desde hace más tiempo del que he estado saliendo contigo, y esto me parece sólo un capricho tuyo ¿Cuándo yo te he prohibido salir?

—Nunca lo haces, porque no te importa con quién salgo ni nada, no me prestas atención.

—No, no es eso, si te escucho, pero no soy tu padre para gobernar en tu vida, puedes hacer lo que quieras y yo no meterme, se supone que si hay confianza entre nosotros nada debería molestar, pero estás actuando como una tóxica.

—¿¡Ahora soy una tóxica!?— indaga en un tono más alto. En respuesta, Taehyung sólo chasquea su lengua.

—Si vas a gritar me voy, no estoy para tus tonterías— advierte.

—¡Si eres hombrecito vete con Jungkook!

—Vale— asiente— y tú sí eres mujer acepta que lo haré, y no te llevaré, no porque no quiera, sino porque él quiere hacer algo donde sólo hayan amigos, y no parejas de amigos. Entiéndelo, no depende de mí— parecía frustrado explicando.

—Taehyung, no es mi culpa que yo no le agrade a Jungkook, podría hacer las pases con él o.. no sé— sugiere ella, más calmada.

—Jungkook se niega a hacer las pases, sabes cómo es él— aclara fríamente.

¿Cómo puede ser tan frío?

—¡¡Haz algo, convéncelo!!

¿Cómo puede ella ser tan irritante?

—No depende de mí, ya te lo dije— da media vuelta, y rápidamente me escondo detrás de una planta, evitando que me vea— me iré, iré a ver a Jungkook y tú te quedarás en casa, acéptalo de una vez.

—¿No puedes ni decirme dónde irás?

—No, porque no sé dónde es que va a llevarnos— miente, todos vamos a su casa.

—Bueno, entonces me escribes cuando llegues al lugar— ordena.

—¿Para qué? ¿Para que te aparezcas allí?

El silencio de Jisoo dió a demostrar nuevamente su insulto por el trato de su novio.

No puedo juzgar a Taehyung, porque no estoy en sus zapatos y no estoy en la condición de hacerlo, aunque en parte creo que está siendo demasiado frío y cortante con ella.

—¿Te irás con Jennie y Lisa o–

—Claramente— interrumpe enojada— no quiero irme contigo luego de todo lo que me has dicho— declara.

—Mi intención no es hacerte sentir mal, Jisoo. Pero no tolero tus actitudes infantiles ni tus deseos de manipulación— contesta y luego de un breve silencio, continúa— nos vemos después.

Sintiendo sus pasos cada vez más lejos del lugar, llegué a la conclusión de que se había retirado del lugar.

—Él es tan complicado a veces— susurra Jisoo, con cierta tristeza, pero suspira y hace resonar sus tacones hasta salir de aquel pasillo, dándome la libertad de salir de mi escondite.

Nunca había presenciado una discusión entre ellos, sabía que discutían de vez en cuando, pero ésto confirmó sus diferencias.

¿Qué hará Taehyung para calmarse ahora? No debe ser sencillo ir a un lugar cuando se ha discutido con una persona importante, es difícil concentrarse.