Nueve

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—¿Jungkook te dijo eso?— indaga mi amiga, luego de explicarle nuestra conversación.

—¿En serio crees que él no puede ayudarte o simplemente no quiere quedar mal con Taehyung?— agrega la mayor.

Nos encontrábamos sentadas en los bancos del patio de la escuela, la mayoría de los estudiantes se habían retirado, pero nosotras continuábamos debatiendo. Hace frío en estos tiempos, cabe constatar que a esas horas el clima está dispuesto a enfermarnos si nos descuidamos.

—No creo, Mica— niego segura— él me habló con sinceridad, y sabemos que detesta a Jisoo.

—Sí, cuando se le presente la más mínima oportunidad de quitarle de la cabeza a la Jisoo lo hará inmediatamente— apoya Lia, ansiosa.

—Concuerdo, aunque yo no sea esa oportunidad.

—Cállate, Kim Taehyung es muy poco para tí, creételo.

Claramente es al revés, yo soy muy poco para él.

—Bueno, ya, y dice que vamos a su cumple— cambié el tema para evitar otro agobio.

Ambas se observaron y sonrieron de manera maliciosa, como si estuvieran conectadas telepáticamente.

—Ustedes dos viéndose fijamente, y con esas sonrisas traviesas, dan miedo— afirmo, mientras las observo frunciendo las cejas.

—No seremos las únicas allí, sino que compartiremos aire con nuestros amores que no saben aún que son nuestros amores— explica Micaela, sin borrar esa sonrisa aterradora, la cual me recordaba a la novia de Chucky, el muñeco diabólico.

—Hay que tener esperanzas y andar guapo, nunca se sabe qué puede pasar— agrega la castaña, haciéndome mirarla inmediatamente.

—¿Dónde está la chica que oculta su rostro en sus libros?

—Aquí— se señala con sus manos— pero siguiendo consejos llegaré lejos, y no puedo estar de gusana, ya que no me servirá de nada— se levanta del banco y coloca ambas manos sobre su cintura para comenzar a caminar fuera de la institución.

—Mica, ¿qué le has hecho?— cuestiono al verla alejarse, la mencionada se encoge de hombros divertida.

—Consejitos de Micaela— sonríe y también se levanta, caminando para alcanzar a Lia.

Yo por mi parte me quedé unos segundos más en ese lugar, paralizada, pensando, fuera del área de cobertura de momento.

¿Debería actuar?

No, no, no es correcto.

Pero ¿y si se me da?

No, no pasará nada..

—¡Lara!— llama Mica, sacándome de mis pensamientos, rápidamente la observo y se levanto del banco para así caminar hacia ellas y retirarnos completamente del área escolar.

| 사랑 증상 |

Comienzo a bajar las escaleras para dirigirme hacia la cocina antes de asistir a la institución educativa. En la mesa se encontraban mi pequeño hermano y mi madre.

—Buenos días, Lara— sonríe ella, ampliamente, radiante.

Mi hermano, sencillamente, llevó sus ojos hacia mí y sonrió, no me dedicó unas palabras puesto a que su boquita se encontraba llena de comida. Por lo que me acerqué a acariciar sus cabellos finos como aceptación de su saludo, agregando la sonrisa que siempre le dedico.

—Buenos días, mamá— respondo con la misma vibra positiva.

—¿Ya te vas? ¿O comerás de lo que he preparado?

Ruedo los ojos divertida.

—Menuda pregunta retórica— contesto y ella ríe, levantándose de su lugar para así ofrecerme de lo que había preparado.

—Estamos en Corea..— comienza a decir— pero no dejamos nuestros desayunos tradicionales.

Sentándome junto a Michael, la espero.

—¿Irás a la escuela hoy?— indaga él, luego de tragar.

—¿Crees que estoy vestida como para quedarme en casa, pequeño?— sonrío negando.

—Yo también iré, pero como es temprano puedo comer con calma.

—Yo también iré llegando temprano, aún no debe haber nadie en la institución— comento viendo la hora en mi celular.

—¿De qué hablan?— se acerca mi madre con más tostadas sobre una pequeña bandeja y lo coloca sobre la mesa.

—Que estamos llegando a tiempo a la escuela— contesta mi pequeño.

—Claro que sí, es súper temprano— agrega obvia.

—¿Qué harás hoy, mamá?— indago curiosa, mientras tomo entre mis manos una tostada y le comienzo a untar mantequilla.

—Iré a la galería, aún me toca exposición.

Asiento y muerdo el alimento.

—Hoy veo que estás de mejor humor, Lara— sonríe ella.

—Supongo, hoy me siento bien..— afirmé, aunque sonó más como una duda— bueno, siempre, ¿no?— bajo la cabeza sin ganas de seguir hablando sobre mis ánimos.

Ella se mantiene en silencio unos segundos y si tengo que adivinar sabía que no quería hablar más sobre mí.

—¿Qué tienes pensado para hoy?— cambia el tema.

—Hoy es el cumpleaños de Jungkook— respondo y me observa confundida.

—¿Quién es Jungkook? ¿Es un amigo o alguna otra cosa?— su mirada de confusión sufrió un cambio radical, volviéndose pícara.

Reí.

—No, mamá, es el novio de Génesis.

—¡Ah! Sí, ya recuerdo, el chico de los piercings— asiente rápidamente.

—El mismo— afirmo— y pues, tiene planeado algo muy pequeño en su casa, y.. yo.. estoy..— arrastraba las palabras esperando a que ella completara las ideas, pero no decía nada y me rendí— ay, ya, voy con Mica y Lia.

—Está bien, ¿vuelves tarde?

—La verdad es que no sé ni a qué hora sea todo eso, pero te mantendré al tanto, recuerda que tengo celular— agité un poco el celular y ella sonrió.

—Está bien, me alegra que vayas a salir. Diviértete hoy.

—Gracias mamá— hago una leve reverencia como agradecimiento y muestra de respeto.

Siempre he sido muy respetuosa con ella, y aún así existe confianza entre nosotras, pero si no le cuento ciertas cosas es porque prefiero no agobiarla con mis problemas bobos.

Viendo la hora nuevamente en mi celular decido que lo mejor es ya retirarme, para llegar a tiempo con paso lento.

—Bueno— suspiro cansada— ya me voy— levantándome de la mesa anuncio mi retirada.

—Adiós, hermana— se despide primeramente Michael.

—Hasta luego, chiquillo— beso su sien suavemente— ten un buen día.

Posteriormente miro a mi madre.

—Adiós mamá— sonrío levemente.

—Ten buen día, Lara— desea y sonríe.

Dando media vuelta abandonó la cocina, llegando a la puerta principal salgo de mi casa, para así ir directo a la institución educativa.

¿Qué nos espera el día de hoy?

Love Symptoms •KTH •Where stories live. Discover now