Refugio

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Por las mediciones de su reloj interno, las dos estuvieron caminando en busca de un escondite durante unos quince minutos. La obrera, quizá en un ápice de mínima cortesía, le señalo las varias posibilidades mientras investigaba las distintas callejuelas y calles segundarias, pero de acuerdo a las descripciones dadas, los sitios más prometedores contenían demasiadas ventanas que permitirían la entrada de luz solar, carecían de paredes lo suficientemente gruesas o intactas para prevenir el tan temido aumento de temperatura ambiental que resultaba un verdadero problema con un nivel de aceite tan bajo. Y no podían perder el tiempo revisando si existía en algún punto de esas estructuras un sitio marginalmente adecuado para el reposo diurno de una unidad de desmantelamiento.

Tampoco serviría exactamente si el lugar estaba a plena vista o resultaba ridículamente obvio; aunque el hándicap de J se aplicaba igualmente a los momentáneamente lejanos perseguidores, de nada serviría si en su propio escondite acababan por entrar las demás unidades de desmontaje que les seguían la pista. Eso tornaría el tan ansiado refugio en una tumba en poco menos de un par de minutos; en su condición actual, y con el tiempo de recarga del catalizador fotonico de Uzi, ninguna de las dos lograría salir con vida de un combate cercano con dos unidades de desmontaje completamente operacionales.

De ahí que, para cuando aquellos quince minutos aumentaron a unos treinta, J ya estaba desesperándose, y se encontró al pleno límite de su paciencia. Hubiera comenzado de nuevo a insultar a su renuente guía con toda seguridad. De no ser por el hecho de que esta se detuvo repentinamente, forzándola a ella a hacer lo mismo, una cosa que le obligo a romper el silencio, en razón de lo absolutamente arbitraria que fue la acción.

"¿Qué ocurre?" Un grado casi imperceptible de preocupación incurrió en su voz al no recibir una respuesta de inmediato "No me digas que nos han encontrado"

"No, coletas" La voz algo animada de Uzi, junto al apodo que era un resarcimiento por su propia terquedad en nunca llamar a la obrera por su nombre, bastaron para que J gruñese por lo bajo "Creo que nos he encontrado un buen sitio"

La de cabellos blancos, de haber tenido habilitados sus sensores ópticos, le hubiera dirigido un parpadeo voluntario de ojos entrecerrados a su guía ante el silencio subsecuente.

"¿Qué clase de edificio es?" Pregunto sin muchas esperanzas; habían ido así ya durante treinta minutos.

"No me acuerdo del nombre" La respuesta extrañó un poco a J "Pero lo he visto en muchos animes, ¿sabes?, creo recordar que es un sitio donde usualmente la gente se casa y va a tener meditabundas y aburridas escenas de reencuentro espiritual, o a matarse entre sí, o a matar demonios, realmente me he fijado que son unas cosas que se prestan para muchos usos. ¡Tiene hasta el campanario y esta echa de piedra!"

La expresión de J, tras procesar que en efecto Uzi se refería a una iglesia, mostro un grado de relativa sorpresa; sabía bien que en las colonias planetarias controladas por la compañía se ofrecían toda clase de comodidades para aumentar la productividad y prevenir cualquier clase de huelga por parte de los colonos, cosa que incluía, por supuesto, la importación de centros de culto. Pero no esperaba que aquí, a la mitad de este paraje aniquilado hace tantos años, existiese aun de pie un elemento que sonaba de tan tradicional manufactura, aun así, y pese a lo inesperadamente oportuno que pudiese ser, existía una duda con respecto al lugar que había de responderse forzosamente.

"¿En qué estado se encuentra el edificio?" Cuestiono "Si el tejado está en ruinas o hay demasiadas ventanas no servirá de nada, lo sabes"

"Si, si," Ante el silencio consecuente solo pudo asumir que la Dron se ocupaba de analizar la estructura desde su posición actual, empleando el escáner que cualquier Dron obrero tuviese integrado "Parece que el edificio a su lado sirvió como una especie de barrera para lo peor de la explosión; solo se ha derrumbado una pequeña parte del techo aquí delante, y la mayoría de ventanas parecen haber sido obstruidas por escombros de roca caída; creo que estarás bien, o al menos si empiezas a rostizarte te darás cuenta antes de que sea demasiado tarde"

Glagan MeirgeachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora