Su camino hacia la biblioteca transcurrió sin mayores incidentes ni intercambios. Lo único que podía oírse sobre el suelo de piedra era el repetitivo sonido del caminar de las dos, junto al ruido del viento que en esta zona parecía estar ingresando por espacios más grandes que una grieta o una ventana derrumbada; distinguía la guía de J al final de aquel pasillo la misma librería quemada que hubiese podido apreciar durante su inspección de aquel dédalo, a manera de señalización de la entrada a aquella zona que ambas aguardaban ofreciese el refugio que esperaban.
Tornaron, una vez hubiesen salido del pasillo, hacía la izquierda, única ruta disponible antes de toparse con aquel mueble derruido. Fue ahí cuando los ópticos de la obrera le ofrecieron una vista completa del sitio en el que acababan de ingresar: Un área extensa de techos igualmente abovedados, pero sin ninguna clase de mural pintado en ellos; pudo apreciar, justo detrás de un escritorio de madera carbonizado, en cuya respectiva silla se sentaba un esqueleto con los brazos cruzados y mirada baja, una gran serie de estanterías dispuestas de manera en que creaban un pasillo que permitía atravesar la biblioteca por el centro de la misma.
"Muy bien coletas," Uzi miro de reojo a J "Ya estamos en la biblioteca, ahora, ¿Cómo encontramos la sala de servidores?"
El silencio regreso por breves segundos en los cuales la de albos cabellos "observo" el lugar en el que se encontraban.
"Recorramos el lugar" Indico "Estate atenta a cualquier escalera que lleve a un piso inferior o puerta cuyos materiales difieran; con toda probabilidad tendrá al lado un lector de tarjetas de seguridad"
Uzi le dedico una mirada a la inmensidad de la biblioteca, a las estanterías cubiertas de escarcha, el viento que entraba por una serie de ventanas rotas dispuestas en fila a su derecha por las que el gélido viento del paraje desolado ingresaba a raudales y la ya apreciable iluminación precursora del alba se iba haciendo presente a la vez que la plateada luz lunar iba desvaneciéndose. Lo que acababa de decir J era una cosa comparable a tratar de encontrar una tuerca en una fábrica, por así decirlo, ¿existía una posibilidad real de que encontrasen aquel sitio que debería estar ahí, y cuya misma existencia era una cosa meramente circunstancial?
"¿Obrera?" Su voz vino, con el único motivo de irrumpir en su pesimista hesitación.
"Si, si," Empezó a andar, no queriendo engarzarse por aquel motivo particular en otra discusión con su contraria "Ya voy"
Los pasos de ambas se reanudaron y se vieron envueltos en altas estanterías cargadas de obras perdidas en las llamas de la hecatombe, la unidad obrera trataba de aferrarse a la probabilidad de que dicha sala de servidores existiese. La imagen mental de la unidad de desmontaje sufriendo un destino atroz mientras sus componentes internos combustionaban; gritando en agonía, era una cosa que no podía arrastrarse a sí misma a desearle a J, siendo franca consigo misma; además, el perder aliados contra la compañía sería un desastre en estos momentos cuando ya había otras unidades de desmontaje rondando por Darlan.
El echar un vistazo en búsqueda de un indicio que les llevase a tal sala, o al menos a un nivel inferior donde pudiese escudarse su contraria del inminente amanecer era complicado; la presencia de tantas estanterías dificultaba el observar con detenimiento en busca de la presencia de entradas o escaleras, pese a solo tener que permanecer vigilante de un único lado de la sala, pero de momento era lo recomendable hacer; el lugar, con una única hilera de ventanas, no tenía tantas como la nave, pero así mismo, con la gran cantidad de exposición a los elementos, no costaba detectar, incluso para ella, los graduales cambios termales que se estaban adviniendo, lo que enfatizaba la necesidad de economizar aquel valioso recurso conocido como tiempo.
Hacía el zoom necesario con sus sensores ópticos, y tomaba cuidado de cada tanto a ver lo que parecía ser una particularmente prometedora puerta que tornaba, usualmente, en derribados accesos hacía oficinas o cuartos que no valía la pena investigar. Pero, en última instancia, parecía que se acercaban al final de aquel "pasillo", lo cual demarcaba que pronto habrían de encontrar algo u optar por hallar alguna otra alternativa para que J se refugiase del alba inminente.
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Glagan Meirgeach
FanfictionEl tan familiar ruido del viento fue el único sonido que amparó aquella huida desgraciada, desesperada. Los pasos de ambas Drones eran dispares, relativamente erráticos, un reflejo del precario estado en el que un desafortunado encuentro con una par...