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Aki

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 Odiaba con todo su corazón los días en los que no podía trabajar junto a Ángel, incluso cuando este no era de mucha ayuda con respecto al exterminio de demonios. Simplemente, tenerlo cerca y al alcance de su mano era todo lo que deseaba. Maldecida los días en los que no patrullaban uno al lado del otro, también le molestaba que Ángel nunca explicara dónde estaría y que estaría haciendo.

Ya que los asuntos de Makima eran supuestamente confidenciales. Y cuando no patrullaban juntos significaba que estaba con ella.

Nunca se enteraría si esos asuntos eran de alto riesgo o no, lo cual acunaba un remolino de preocupación en su estómago. Y Aki sinceramente tampoco tenía la valentía suficiente para cuestionar, porque todos los devil 's hunter' s de seguridad pública sabían que los asuntos de Makima, eran como mínimo… moralmente cuestionables.

Desgraciadamente Ángel era uno de sus subordinados favoritos para encargarse de dichosos asuntos, ya que dependiendo de las circunstancias, podría deshacerse de cualquiera de manera rápida y eficiente, cuando se lo proponía. 

Aki suspiró, sintiendo la desgarradora ausencia a su lado, mientras esquivaba a las personas que caminaban por las abarrotadas aceras de Tokyo. Agradeció no tener que dar muchas vueltas para encontrar al chico que buscaba.

Denji estaba desparramado en una banca, con la mirada pérdida en algún punto, y con la mente quien sabe donde.

—Denji —llamó en un intento inutil de atraer su atención.

Ni siquiera se molestó en medir la fuerza del golpe que dejó caer sobre la desordenada cabeza rubia del chico motosierra, sabiendo que este apenas lo sentiría.

—¿A dónde rayos estabas? 

—cuestionó Denji segundos después, acariciando su cabeza en una respuesta tardía.

—Comprando más cigarrillos —Aki sacó la pequeña cajetilla, acompañada de un encendedor, para encender uno de los nuevos cigarrillos y guiarlo a sus labios.

Dio una calada enorme, lo necesitaba.

—Uhg —Denji se encogió de hombros y luego miró distraídamente alrededor, al parecer, queriendo echarle sal a la herida, añadió —. Oye, hoy no se encuentra Ángel.

Aki esperó pacientemente a que el humo hiciera su recorrido antes de soltarlo en la estúpida cara de Denji.

—Ocupado —masticó con una amargura mal disimulada, fulminándolo con esos ojos aceitunados —. Está patrullando con Makima.

Aunque todos sabían que ella nunca patrullaba, solo era una evasiva para no despilfarrar detalles.

—Bastardo afortunado —refunfuñó Denji con una enfurecida envidia, y luego volvió a perderse en sus pensamientos.

Jamás fue demasiado difícil saber  cómo funciona la atrofiada mente del chico motosierra, y tampoco había que ser telepáta para saber sus pensamientos. 

—Si sigues debatiendo mentalmente quién es más sexy entre Makima y Reze terminarás teniendo una erección en medió de la calle.

No exageraba. Ya había un asqueroso bulto en sus pantalones.

—Maldito —siseo Denji —. Interrumpiste el mejor sueño húmedo de mi vida —informó, innecesariamente.

—No deberías tener sueños húmedos mientras trabajas.

𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐌𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐝𝐞𝐫 - ᴬᵏⁱᵃⁿᵍᵉˡ • ᶜʰᵃⁱⁿˢᵃʷ ᴹᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora