E4 - Pulseritas

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La preparatoria Always Dreaming se encontraba en medio de una crisis sin precedentes

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La preparatoria Always Dreaming se encontraba en medio de una crisis sin precedentes. La salud física y mental de Jungwon lo mantenía ausente, sumiendo a la institución en un caos sin orden ni dirección.


En la última semana de clases antes de las ansiadas vacaciones de invierno, Yang asumió la tarea de organizar las actividades recreativas en sustitución de Jungwon. Sunghoon, encargado de entregar las propuestas correspondientes, recibió la agenda académica y el horario personal de Yang. Lo que descubrió fue más allá de cualquier expectativa.

Además de cumplir con sus deberes académicos, Jungwon se dedicaba a actividades altruistas, brindando clases de apoyo a niños, paseando perros, visitando hogares de ancianos y entregando víveres. No contento con eso, también se embarcaba en el estudio de francés y español, participaba activamente como donador en una fundación para adultos mayores, y sorprendentemente, tenía un pasatiempo único en comparación con sus otras actividades: vendía pulseritas.

Esta actividad, aparentemente distinta al resto, generaba una intriga palpable en Sunghoon. ¿Por qué dedicar tiempo y esfuerzo a crear y vender pulseras, en lugar de optar por actividades más convencionales?

Sus pulseras no solo adornaban las muñecas de quienes las adquirían, sino que también contaban una historia.

Sus pulseras no solo adornaban las muñecas de quienes las adquirían, sino que también contaban una historia

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Años atrás...

La fría brisa invernal se colaba por las rendijas de las ventanas del orfanato, haciendo temblar las cortinas desgastadas.

En una pequeña habitación, Yang Jungwon contemplaba la desolación del paisaje exterior, perdido en los recuerdos de una infancia marcada por la ausencia y la desesperanza.

Un golpeteo suave en la puerta interrumpió sus pensamientos melancólicos. Jungwon levantó la mirada justo a tiempo para ver a Kim Sunoo entrar, con una caja en sus manos y una sonrisa radiante en el rostro.

—¡Hola, Jungwon! ¿Estás listo para hacer algo divertido? —exclamó Sunoo con entusiasmo, como si llevara consigo un poco de la calidez que faltaba en el exterior.

𝐀𝐦𝐨𝐮𝐫 𝐑𝐢𝐝𝐢𝐜𝐮𝐥𝐞 | 1ª Edición | JayWon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora