──Saiko....── fue lo primero que escucho la chica cuando abrió la puerta del cuarto de Jeno. Grito cuando vio como sangraba su muñeca mientras estaba tendido en el suelo
Corrió a la habitación del señor Lee a buscar ayuda pues jeno estaba casi agonizando. Este ya era como el noveno intento de suicidio del coreano, así que cuando Lee escucho a la menor decirle la situación; no le sorprendió. Pero algo si sabia... qué no fue su imaginación cuando vio a alguien asomarse a su cuarto la noche anterior cuando follaba con Saiko...
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Ambos gemian con desesperación, solo estaban ellos dos en la casa. Jeno estaba en la casa de Chenle, se quedaría toda la noche con el
Y Mark....
Solo disfrutaba la cara de su pequeña ilusa mientras la follaba, sabia los sentimientos e ilusiones de la menor así que le encataba saber que la pobre incrédula se entregaba por el. Porque estaba enamorada de él
──Esto es lo que tanto querías? Perra tonta! Que te rompa el coño? como tanto te gusta── salio de los labios de Mark, y la contraria solo ahogó un fuerte gemido al recibir escotadas más fuertes. Tal vez este sería su quinto orgasmo de la noche por lo sensible qué se encuentra ya ──Jeno no la tiene tan grande que por eso te dejas follar por mi?── la contraria no dio ninguna respuestas ya qué solo se enfocaba en gemir. El mayor se enojo al no recibir respuesta, y una cachetada se hizo sonar en la habitación....
Sonido qué hizo qué Jeno se alarmara
Apenas estaba entrando a su casa, ya oía golpes. Eso no le gustaba para nada... oír golpes o ver a alguien ser golpeado por parte de su papá le traía feos recuerdos...
El pequeño Jeno corrió hacia su mamá, quien apenas y podía moverse. Estaba tendida en el suelo por el fuerte puñetazo qué había recibido por parte del canadiense... "Mamá! Mamá! Mami reacciona!" Decía desesperadamente mientras intentaba qué la mujer reaccionará. Al ver que ella no daba señal alguna, comenzó a llorar.
Mark se acerco a el y lo cargo, dándole un fuerte abrazo diciéndole qué "todo estaba bien" ──Jeno. Tranquilo, pronto despertará bien sabes como es mamá de exagerada── dijo mirándolo a los ojos y le dio un beso en la frente ──Tienes que ir a dormir. Te llevare a tu habitación pequeño──
Ese recuerdo llego a su mente, simplemente haciendo qué sus ojos se pusieran llorosos. Esos eran los únicos recuerdos qué tenia de su madre. Pues dos semanas después de haber presenciado eso, se mudaron a Japón. Cada qué le preguntaba a su papá que había pasado con su mamá, el le decía que ella estaba bien. Qué solo esta en el psiquiátrico, pero esa mentira no dudaría hasta que un día Mark estando borracho, le confesó qué su madre había muerto hace tiempo y que el presenció su muerte. Pero entonces... porque no podía recordar como murió su madre?
Salio de su pensamientos cuando entro en razón y se familiarizo con el sonido del ambiente... gemidos? Pero eran gemidos femeninos. Y... reconocía esos gemidos...
Cerro la puerta, se quito los zapatos comenzó a caminar lenta y silenciosamente hasta la planta de arriba, noto antes de llegar a la habitación de su padre que la puerta estaba abierta. Hizo el menos ruido posible y se fue acercando a esa recámara. Asomó la cabeza. Y ¡oh mierda!
La imagen que estaba viendo, nunca más se la podría sacar de la mente... era su linda Saiko, siendo ferosmente penetrada por su padre...
