Había sido vendido a Harry Styles, un Alfa bastante conocido por su amabilidad. Pero Louis no se dejaba engañar por una sonrisa y hoyuelos bonitos, por muy buena reputación que Harry tuviera entre los esclavos, el Omega era un temeroso que no confiaba ni en su sombra. Gracias a la Diosa Luna le habían dado dos horas para arreglar sus cosas y salir del centro de esclavos que era donde había estado viviendo el último mes desde que lo habían devuelto.
Al estar allí no tenía permitidas las salidas, ese privilegio solo lo tenían los esclavos nuevos que nunca habían sido devueltos, en cambio para Louis esta era la segunda vez. A la tercera devolución ya era cuando se asesinaba a los esclavos o se les mandaba a las zonas rurales para hacer trabajos de fuerza.
Se había demorado tan solo una hora en arreglar sus cosas, así que ahora ya iba saliendo del establecimiento solo, de todas formas jamás intentaría escapar. Tenían un chip implantado en todos los esclavos que les permitía rastrearlos.
Llegó al centro de adopciones de Londres, el más grande que había y decidió entrar.
Luego de un mes podría ver a sus cachorritos.
Se le hacía tan difícil estar alejado de sus cachorros. Su antiguo Amo y Alfa le había permitido conservarlos a su lado durante casi cinco años, el estuvo muy agradecido por eso ya que siempre despegaban a los esclavos de los cachorros y estos los desaparecían. Sus cachorros habían sido producto de un celo que no pudo controlar, su antiguo amo justamente lo encontró y lo preñó, aún así no se arrepiente de nada. Gracias a eso tiene a sus dos pequeños cachorros los cuales son el motivo para seguir vivo.
Nunca había pasado más de una semana alejado de sus cachorritos.
Y ahora había pasado un mes desde la última vez que los vio.
──V-Vengo a ver a Zarek y Paris T-Tomlinson...
Murmuró bajito sin mirar a los ojos a la Alfa frente suyo.
La muchacha tecleó un poco en su teléfono y luego miró a Louis. Notó el tatuaje detrás de su cuello y suspiró.
──Los esclavos sin acompañante solo tienen permitido estar treinta minutos con los cachorros, luego de eso debes irte.──señaló con voz neutra. Louis sintió sus ojitos aguarse.──Derecho por el pasillo izquierdo está la sala de juegos, allí los encontrará.
El pequeño Omega asintió.
Caminó con sus manitas frotándose entre sí hasta llegar a la sala de juegos.
Habían muchísimos cachorros allí, todos jugando. Menos dos.
Louis conocía perfectamente esos dos cachorritos.
Se acercó a paso lento, su lobo aullaba de la desesperación por poder abrazar y olfatear a sus cachorritos luego de un mes entero sin verlos. De pronto su lobo se dejó caer de forma brusca cuando dos cachorritos marrones con orejitas blancas se lanzaron a el con alegría, lloraban sin parar mientras se frotaban contra el Omega mayor.
──¡Cachorros!
Hipó una vez los tuvo en frente, ambos Omegas miraron hacia la conocida voz y corrieron para abrazar a su padre. No podían retener las lágrimas al saber que Louis no los había abandonado. Porque eso les había dicho el hombre que los dejó aquí, que Louis ya no los quería y los había abandonado.
Zarek sabía que no era así, su mami Lou no era así. Por otro lado Paris solo lloraba buscando consuelo en su hermano. Paris era el cachorro mayor por diez minutos, era un cachorro sensible y muy tímido que no le gustaba estar cerca de la gente, menos de los adultos. Tenía uno de sus ojitos azul y el otro marrón, además de que un bonito cabello castaño que sacó de Louis. Zarek era el cachorro menos pero el más extrovertido, era rebelde y protegía a Paris de todos, incluso de los adultos malos y de los comentarios que les decían. El cachorro tenía el cabello de Louis y sus ojitos azules.
Ambos eran Omegas.
Pero ninguno de ellos era esclavo o alguna vez iba a hacerlo, fue lo único en lo cual su antiguo dueño tuvo un poco de compasión. Si bien no reconoció a los cachorros como suyos, decidió darles una mejor oportunidad de vida comprándolos al sistema y dándolos en adopción para que una pareja normal los adoptara y tuvieran un estilo de vida distinto al que llevaba Louis.
──C-Creí que nos habías abandonado..
Lloró Paris olfateando de forma desesperada a Louis, necesitaba un poco de su olor como consuelo.
A tan temprana edad los cachorros necesitaban el olor de su padre Omega para mantenerse en un buen estado. Sus lobos estaban en pleno desarrollo y constantemente estaban buscando un modelo al cual seguir, en este caso era Louis. Para ellos, Louis era su superhéroe, el mejor Omega del mundo. Ellos querían ser como él.
Louis quería que fueran mejor que él.
Alejó a los cachorros de su pecho y miró sus caritas llorosas. Sentía que durante este mes que no se vieron habían crecido bastante. Quizás fue la distancia la cual lo hizo pensar eso o el pensamiento irracional que necesitaba sacarlos de ahí como fuera. Sabía que era imposible, él siendo un simple esclavo jamás podría darse el lujo de soñar con sacar a sus cachorros de ahí.
No tenía ningún fin pensar en eso.
Suavemente lamió la cara de Zarek y luego la de Paris, quitando las lágrimas de sus angustiados rostros. Sus cachorritos eran muy fuertes y valientes, podrían con esto, juntos lo lograrían.
──Yo jamás los voy a abandonar, los amo, ¿sí?
Nuevamente los mellizos se lanzaron al pecho del Omega, respondiendo a sus te amo con voz temblorosa.
Extrañaban mucho a su mami Louis.
(...)
Hola corazonessss, les traigo un nuevo (viejo) fic en esta nueva cuenta para que tengamos un comienzo distinto.
Agradecería mucho si votan y comentan mucho por fisss, besosss
ESTÁS LEYENDO
camelia
Random- Es el siglo XXI y la esclavitud volvió a ser un tema que la sociedad prefiere ignorar. Se normalizó el intercambio entre esclavos de cualquier casta aunque mayormente eran Omegas, los Derechos Humanos dejaron de poseer poder en el Mundo y la polít...