capítulo 3, alfa.

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Louis ya llevaba una semana ahí, aún no comprendía muy bien como funcionaban las cosas en la Mansión Styles pero hasta ahora lo habían tratado muy bien. Incluso le habían dado su propia camita. Su antiguo amo jamás lo dejó dormir en una cama, le decía que los esclavos no lo merecían, que estaban manchados. Sucios.

El y sus cachorritos dormían en una alfombra que había en la biblioteca. Louis odiaba dormir ahí, odiaba que sus cachorros tuvieran que dormir en la habitación más fría de aquella casa. Cuando eran aún unos recién nacidos fue demasiado difícil ya que su antiguo amo no lo dejaba convertirse en lobo para darles calor, decía que terminaría ensuciando todo el lugar si lo hacía.

Entonces, cuando todos estaban dormidos Louis se transformaba en lobo para darle calor a sus crías. Desde pequeñitos los guió para que se convirtieran en lobos por las noches, para estar más cálidos y así sobrevivir. Otro tema bastante delicado que le tocó pasar fue el tema de las comidas, él solo podía comer las sobras que quedaban de la familia, por lo que le tocó dejar de comer a él para poder proveerles alimento a sus cachorritos.

Gracias a la diosa Luna sus cachorros ahora estaban bien.

Lo único que le daba paz a Louis era eso, que sus cachorritos ahora tenían comida suficiente y una camita calentita donde dormir.

Aún así le dolía que estuvieran lejos, en lo profundo de su alma le hería. Su Omega lloraba cada noche rogándole a la diosa Luna alguna especie de milagro para poder tener a sus cachorritos con el devuelta. Lo necesitaba, que un Omega o Alfa estuviera alejado de sus cachorros era algo muy raro de ver, más se veía en familias adineradas que tenían esclavos.

El primer amo que Louis tuvo fue un irresponsable Omega de dieciocho años. Pertenecía a una familia élite de Londres la cual estaba llena de imbéciles arrogantes. La mayoría de los traumas que el Omega tenía en la actualidad era por eso, debido al Omega idiota que fue su primer amo.

──Hey, Omega. ¿Todo bien?

Louis sintió un escalofrío por su espina dorsal al sentir un suave toque en su espalda baja.

Su lobito se crispó por completo.

Se alejó del toque y miró a Harry con timidez.

──Te quedaste mirando la pared por mucho rato, ¿todo bien? ¿hay algo que te disgusta?

Repitió.

Las mejillas del Omega se sonrojaron por completo y negó con torpeza.

Realmente si había algo que le carcomía por dentro, pero jamás se lo pediría al Alfa, debía recordar cual era su lugar ahí. El era solo un esclavo, el tatuaje en su cuello se lo recordaba.

No podía jugar a ser libre.

──T-Todo bien, Amo.

Harry frunció sus labios con disgusto.

Se sentó en el sillón e invitó a Louis a hacer lo mismo.

El Omega intentó no hacerse el sorprendido cuando el Alfa le permitió sentarse en el cómodo y suave sillón.

──Pondremos unas cuantas reglas, ¿si?

Harry no continúo hablando hasta que Louis asintió, sonrojado hasta las orejitas.

──Se muy bien que no puedo hacerte cambiar de parecer con tan solo unos días, mi familia y yo hemos comprado muchos esclavos y los hemos liberado, Louis. Esa información es muy delicada, así que te pediré como favor que no la divulges, por favor. Sé que será difícil para ti ya que estás acostumbrado a seguir órdenes sin opinar ni nada, hacer cosas en contra de tu voluntad y más, pero te pido que confíes en mí. Es muy complejo lo que te pido y te pido disculpas por aquello, pero es un pequeño favor.

Louis no podía estar más sonrojado.

¿Un Alfa rogándole?

Rogándole para que confiara en el.

Lunas, ni en sus mejores sueños esto hubiera aparecido.

¿Que se fumó?

¿Acaso desayunó algo en mal estado?

¿Estará ese Alfa loco?

Louis quiso creer que no, era muy bonito como para estar loco.

──Hey Omega, vuelve.

Louis parpadeó y se alejó del cálido toque en su mejilla.

Su lobito aulló, queriendo más caricias como aquella.

──P-perdón, Amo.

Harry suspiró.

──Está bien, debemos poner reglas.──Louis frunció su ceño confundido.──Regla número uno, Omega. No me dirás Amo, me dirás Harry o de cualquier otra manera que no sea humillante ni denigrante para ti.

El Omega quiso llorar.

¿Realmente esto estaba sucediendo?

Temía hacer caso y de que luego el Alfa se enfadara con el.

──E-Está bien... Alfa.

Harry realmente no esperó eso.

Su Alfa ronroneó ante el íntimo apodo.

──Muy bien, Omega. Ahora vamos a cenar, estoy seguro que Albedo preparó algo muy rico. Más tarde vendrá Zayn con su familia, el Alfa que viste cuando llegaste, ¿recuerdas?

Louis asintió.

¿Como olvidarlo?

Aún tiene esa frase dando vueltas por su cabecita de ves en cuando.

No son esclavos, son personas.

(...)

estoy subiendo todos los caps que ya tenía escritos en la otra cuenta y son varios juju

cameliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora