capítulo 8, perdóname omega.

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Louis estaba arrodillado en el suelo, tenía al descubierto su frágil cuello desnudo y temblores atacaban su pequeño cuerpo. Sus ojitos estaban repletos de cristalinas lágrimas las cuales intentaba no dejar salir, debía mantenerse fuerte para demostrarle al Alfa que el no era ningún Omega débil.

Que él podría con las cosas de la casa y a la vez con sus cachorros.

Las cosas se habían vuelto demasiado confusas para Harry, el Alfa no sabía que pasaba, no sabía quienes eran esos gemelos Omega y nadie le decía nada. Sumémosle que escuchaba el desastroso llanto de los cachorros y la voz rota de Louis, lo cual impedía que pensara con claridad.

Su Alfa se encontraba mareado, en un estado donde su único pensamiento era detener el llanto desconsolado de los Omegas.

──Déjame ver si entendí, esos cachorros son tuyos, biológicamente tuyos.──Louis asintió mordiendo su labio para impedir que más sollozos salieran de estos. Entonces escuchó un suave suspiro y unas cálidas manos tomaron su pequeña y frágil cintura. Harry lo ayudó a levantarse y con suavidad lo dejó sobre el sillón de su oficina.──Primero debes calmarte, no te dañaré, ni alejaré a tus... cachorros de ti, tampoco los reportaré, Louis. No les quitaré su libertad.

Solo entonces Louis pudo soltar el aire que tenía retenido.

Miró a Harry con sus ojitos llorosos y le agradeció.

──¿Tu antiguo... dueño era su tutor?

Louis asintió, sus ojos enfundados en un mar de tristeza.

──Fue durante mi celo, no me dejaban tomar supresores y... así tuve a mis cachorros. Luego me vendió a ti... y mis cachorros fueron dados en adopción.

Su vocecita era pequeña y frágil, en cualquier momento se rompería a llorar y sería muy difícil que parara. Tenía muchos sentimientos acumulados desde ya varios años, como fue que se crearon sus cachorros, bajo que circunstancias nacieron y todo lo que tuvo que hacer para mantenerlos vivos. Eso lo hacía sentir sucio, estar años bajo la humillación de un Alfa horripilante que abusaba constantemente de el y que además no se compadeció cuando él tenía dos cachorritos recién nacidos bajo su cuidado.

La mayoría de los recuerdos de su celo aquella vez habían sido borrados, lo único que recordaba era la manera tan débil que se sentía después de este, como sus piernas fallaban de forma constante, la humedad que sintió en su entrada y la sangre que brotaba de esta. Como aquel Alfa se carcajeó al repetir los videos que grabó durante su celo.

Lo repudiaba.

Lo único bueno que ese Alfa había hecho por el, era que le había dado a sus cachorros.

Louis intentaba verle el lado bueno a las cosas, sus cachorros le habían dado motivos para realmente vivir y no sobrevivir. Motivos para salir adelante y buscar nuevas oportunidades para que ellos tuvieran buena educación y fueran libres.

──Maldito Alfa de mierda. Lunas, debemos hacer algo, tenemos que denunciarlo, Louis.

El Omega lo miró rápidamente, su corazón latiendo desesperado por un poco de paz. Harry jadeó al ver sus ojos, tan dolidos, llenos de tristeza, profundamente rotos. Había conocido esclavos que estaban rotos, pero nunca como Louis. Todos habían tenido salvación, de una u otra forma, pero Louis... el Omega parecía estar perdido, no tener rumbo al que ir, parecía que no quedaba nada de el.

Y eso no hacía más que preocuparlo, a él y a su lobo.

──¿E-Escuchas lo que dices?──Harry tembló ante su tono, era un tono lleno de dolor, roto y rasposo. No se escuchaba como la voz de Louis.──¡Soy un esclavo, Harry! ¡No tengo derechos, para la sociedad esos cachorros no son míos, porque ellos si son libres! ¡No servirá de nada que demandemos o hagamos algo, jamás le creerán a un esclavo!

Harry lo abrazó.

Lo tomó entre sus brazos y lo acunó a su pecho, expandiendo sus feromonas para aliviar al Omega. Quería hacerle sentir que estaría seguro ahí, que todo estaría bien y el lo protegería. Su lobo se había aventurado al hueco donde se encontraba aquel lobito, y ahora lamía tiernamente sus orejitas y hocico para darle mimos.

──Perdóname Omega, por favor perdóname...

Louis sollozó.

──¿P-Por qué me pides perdón, A-Alfa...?

Harry acarició suavemente sus pómulos.

──Alguien debía hacerlo, siento que debo pedirte perdón en nombre de todos, Omega. Jamás debió existir la esclavitud, jamás debiste caer en las garras de este sistema asqueroso. Ese jodido Alfa jamás debió ponerte una mano encima y tus cachorros no tendrían que haber sido separados de ti. Un cachorro no debe separarse de sus padres, nunca, Omega.

Louis quiso llorar.

Harry quería protegerlo.

Podía verlo reflejado en sus ojos, el Alfa realmente lo entendía.

No sentía lástima por el, tampoco lo reportaría.

──Te ayudaré, Omega. Prometo que no te volverás a separar de tus cachorros.

(...)

holaa, me ayudarían mucho si pudieran recomendar este fic porfissss

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