"Concéntrate"

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"Concéntrate"

18


Niall abrió la puerta unos minutos después, justo cuando Harry comenzaba a considerar darse por vencido. Las orejas de su lobo se levantaron entusiasmadas y apretó la bandeja de plata sobre sus manos.

— La cocinera preparó esto, debe tener hambre.

— No me hables de "usted", es demasiado extraño...

— Fueron órdenes de su padre, lo siento. — Aunque lo dijo algo decaído, el tono formal que se escuchó detrás de su respuesta le afirmaba que no dejaría de hacerlo por la razón que mencionó. Niall suspiró ligeramente y dio media vuelta para volver a su habitación, sosteniendo la puerta para que Harry entendiera que debía entrar tras él.

El alfa hizo eso, dirigiéndose hasta la cama donde colocó la bandeja, dando la vuelta para volver a salir tan rápido como entró. Niall estaba cruzado de brazos, obstruyendo su paso, lucía tan adorable vistiendo esa sudadera enorme, el cabello despeinado y pantuflas.

— Estaré en el piso de abajo hasta que su padre vuelva.

— Me haces sentir viejo... — replicó Niall, arrugando ligeramente la nariz mientras se acercaba a la bandeja que Harry había llevado consigo, su estómago rugió emocionado al ver fruta picada y un par de wafles encima, definitivamente comer un desayuno aunque fuese tarde era de lo mejor.

— Lo siento, fue-

— Ya lo dijiste, sólo no lo hagas si no está aquí. — El rubio se sentó, tomando un wafles sobre un tenedor, haciendo un esfuerzo para que este no se ladeara y pudiera comerlo así, como si fuese una brocheta.

— Prefiero acatar las órdenes. — El alfa avanzó a la puerta, colocándose junto a esta mientras miraba a Niall seguir comiendo, sus manos estaban cruzadas ante su regazo y su rostro serio, de esa forma definitivamente se veía como el militar que era.

Y lo que decía no era mentira, aunque en su cabeza no estaba pensando precisamente en las palabras que le había dicho el señor Horan después de que el Doctor Thomas se había marchado sino de aquellas ordenes que había recibido por cierto alfa que pertenecía a la delincuencia organizada creciente en el pueblo.

Tenía que organizar sus ideas, sus pensamientos y ponerse manos a la obra sin entrometerse demasiado en la vida de Niall, su lobo comenzaba a sentir la necesidad de proteger a ese pequeño rubio que parecía refunfuñar ante todo y no podía permitir que esos pensamientos afectaran su misión principal. Si algo tenía que hacer era seguir su plan inicial, y sobre todo no permitir que nadie siguiera viéndolo envuelto en los temas personales del omega, nadie debía sospechar que era su destinado, o podrían considerarlo su debilidad, su puto débil.

— ¿Y por qué no obedeces mis ordenes? Llámame Niall...

El rubio volvió termino el ultimo bocado de su wafle, tomando esta vez un trozo de melón hasta llevarlo a su boca. Sus labios se veían tan bonitos y brillantes para los ojos de Harry, que trataba de mantenerse centrado.

— Lo consideraré... — Harry rio ligeramente, decidiendo que debía abandonar esa habitación antes de rendirse ante los encantos del bonito omega que tenía su mundo vuelta de cabeza. — Que descanse, joven Horan.

— Descansa, Harry. — El nombrado salió de ahí, riendo abiertamente pues el omega había remarcado su nombre de una manera adorable dándole a entender, de nuevo, que no le estaban gustando esas formalidades.

Se colocó contra el barandal, frente a la habitación de Niall por si este llegaba a necesitar algo. Su celular sonó y tragó saliva cuando vio que el número de Liam apareció ahí.

Claramente no le tenía miedo a Liam, pero ahora temía un poco el haberse metido en eso y no poder terminar con el trabajo que había prometido, ¿y si la opción de escapar y huir se volvía una realidad? Demonios, no sabía si le molestaba más dejar todo atrás, o dejar a cierto omega.

counterfeit / narryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora