3. Poción de Celebridad

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"Esta solución concede al que la bebe celebridad y empatía para caer bien a la gente"


TERCER AÑO

Si Jimin tuviese que elegir entre última navidad y su último verano antes de ingresar a su tercer año en Hogwarts, definitivamente elegiría la navidad, pues después de su insistencia su abuela había accedido a invitar a Kyung Min, Namjoon y los padres de ambos a la celebración, sobra decir que su abuela había quedado encantada con Namjoon y su gran historial académico además de su deseo por formar parte del parlamento mágico en un futuro, lugar que soñaba también para Jimin... aunque últimamente él tenía otros sueños.

La cena había sido deliciosa, el árbol en su sala había estado magníficamente adornado, y había recibido regalos de su abuela (libros, ropa, pergamino y tinta) y también uno de Namjoon y Kyung Min (las famosas Grageas Bertie Bott de todos los sabores), pero la estrella de la noche había sido el regalo de su padre, al cual ahora Jimin comenzaba a visualizar más como un ente triste que como uno cobarde o frágil, los ojos añorando siempre a alguien, un momento, otra vida, su dificultad para acercarse emocionalmente a Jimin siendo precedida muchos días por su incapacidad física de vivir.

De cualquier forma esa noche se había acercado a Jimin con una gran caja plateada llena de pequeños agujeros en la tapa, el espíritu de una sonrisa intentando curvar sus comisuras, y cuando Jimin abrió el regalo se había encontrado con un pequeño gato negro, los ojos amarillos reluciendo como dos topacios, su diminuta nariz acariciando el dorso de Jimin cuando este acerco su mano, la adoración que ya sentía por el animal invadiendo todo su sistema, siempre había deseado tener un gato y creyó que sus palabras habían sido ignoradas cada cena de sus últimos 13 años, así que cuando tomo a la criatura no pudo contener más su emoción y abrazo a su padre.

—Gracias, gracias —había repetido antes de ser interrumpido por los brazos de su padre devolviendo el abrazo, el primero que recibía de él desde hace mucho tiempo.

Al día siguiente, Jimin había llamado a Jungkook para mostrarle a Cocoa, y saber que podría llevarse al gatito a Hogwarts fue la mejor noticia de año nuevo, quedando incluso por arriba de la lechuza en su ventana informando que ahora era el buscador oficial del equipo de Quidditch.

En contraste, la noticia de Sungwoon aquel verano había sido un balde de agua fría para Jimin, pues al parecer la misma compañera de clases que su amigo había besado el año pasado ahora era su novia, una palabra que para Jimin aún era demasiado pesada para la edad que ambos cursaban pero que Sungwoon había anunciado con gran alegría.

Así que Jimin nunca se había sentido tan aliviado de abordar el tren a Hogwarts, pues iniciar su tercer año se escuchaba como algo mucho más emocionante que seguir pasando sus tardes conviviendo con Sungwoon y su novia, la cual era una chica amable y divertida, pero que siempre lograba desplazar a Jimin ahora que él no tenía nuevas anécdotas que compartir con Sungwoon.

Este año había llegado a la estación de trenes acompañado de su abuela, Namjoon, Kyung Min y los padres de estos, la despedida había sido corta por parte de su abuela y llena de abrazos por parte de Kyung Min, incluso Namjoon se había ofrecido a llevar su equipaje, así que Jimin se sentía ligeramente altivo atravesando el pasillo del tren escoltado por él, un excepcional alumno de Gryffindor de quinto año prospecto a convertirse en prefecto, y desde la navidad del año pasado el hyung favorito de Jimin, pues las bromas habían quedando atrás para dar paso a lecciones y un oído al que podía acudir en busca de consejo.

Consejos que incluían muchas veces el nombre de Kim Taehyung, al cual, ahora que Jimin había pasado más tiempo en prácticas y partidos de Quidditch, parecía encontrarse con mayor frecuencia, irritación naciendo desde cada poro de su piel al observar la actitud distante del chico, aunque cuando habían perdido el partido contra Hufflepuff en la final de Quidditch Jimin había podido ver un atisbo de burla en sus ojos, la única emoción que desde ese día parecía dirigirle, pues había estado ahí cuando Jimin fallo una técnica para volar con su escoba más rápido, también cuando Jimin cayó por accidente en el comedor una noche frente a todos, e incluso cuando llegaba tarde a clase una mañana, su capa colocada al revés, su varita cayendo de sus manos llenas de libros, pero Kim Taehyung solo lo había visto recargado en una esquina del pasillo continuando con su lectura con parsimonia, observando como Jimin intentaba colocarse su capa del lado correcto con dificultad al mismo tiempo que intentaba recuperar sus pertenencias del piso sin ofrecer ayuda alguna.

baby, you're like magic in a bottle (vmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora