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─¿Que me recomiendas hacer, Renjun hyung? ─preguntó Jaemin a su mayor, tras haberle contado lo sucedido con Jeno una semana con anterioridad.
Ambos se evitaban a toda costa, aunque fuese complicado aquello debido a que estudiaban en el mismo instituto y era muy común que se encontrasen por los extensos pasillos, teniendo que evitar emitir así fuese un pequeño saludo, por lo que, al menos para Jaemin, la resolución del conflicto se viera algo distante.
El extranjero, quien había escuchado detenidamente el relato contado desde la perspectiva de Jaemin mientras tomaba anotaciones de lo que era escrito en el pizarrón por su superior, Kim Dongyoung, detuvo sus acciones dejando su lápiz reposando sobre una de sus orejas─. No puedes seguir esquivando lo inevitable, Nana, en algún momento debes de dirigirle la palabra a Jeno y tener que retomar la "conversación".
─Lo sé, Ren, pero estoy seguro que Jeno no debe de querer saber de mí, me comporte muy mal con él esa noche. ─mencionó, pasando sus manos por su rostro con algo de brusquedad y emitiendo una especie de chillido en el cual se podía sentir su frustración. Un chasquido se escuchó desde los labios de Renjun, éste colocó su mano derecha sobre uno de sus hombros en señal de consuelo, sin embargo, fue retirada bruscamente cuando su profesor de matemáticas les dedicó una mirada enojada desde su lugar.
Durante el periodo de clases que él impartiera, estaban prohibidas las muestras de afecto.
Tras ese regaño, ambos jóvenes se dedicaron a transcribir las pocas fórmulas trigonométricas que les faltaban hasta que la estruendosa campana sonó, molestando los sensibles oídos de Jaemin e indicando a su vez que la hora del almuerzo había comenzado. El alumnado presente se levantó de sus respectivos asientos y procedieron a retirarse con rapidez hasta quedar solamente Jaemin y Renjun dentro del aula, el extranjero se encontraba parado esperando por el menor quien tomaba sus pertenencias para finalmente irse juntos.
Tras caminar por un rato por los inmensos y fríos pasillos del instituto, el coreano le informo al mayor que pasaría primero por su casillero para dejar los libros que no iba a requerir en el siguiente periodo, a lo que Renjun solo asintió y le aseguro que le guardaría un lugar en la mesa que ambos compartirían.
Jaemin al estar en frente de su casillero ingreso la clave que se requería para poder abrirlo y al hacerlo dejó sus pertenencias dentro del mismo. Una vez lo cerró, estuvo dispuesto a dirigirse hasta la cafetería, sin embargo, no esperaba encontrarse con Yangyang, el lindo chico que venía del programa de intercambio, llevándose un ligero susto.
─Hola, Jaemin hyung, ¿Te he asustado? ─preguntó con cierta preocupación al ver cómo se sobresaltó.
─Hola, Yangyang, no lo hiciste, no te preocupes ─negó con una sonrisa─, dime, ¿Cómo has estado? ¿Necesitas algo?
─He estado bien, gracias por preguntar y no exactamente ─aclaró, negando con la cabeza─, vengo a hablar contigo, ya que me he percatado de que Jeno hyung y tú se han mantenido distantes estos últimos días.
─Oh, solo tuvimos una discusión, no es para tanto. ─respondió Jaemin, rascando su nuca con cierta vergüenza, ¿tan obvia se había vuelto la situación?
─Lo sé, ya Jeno hyung me contó respecto a lo sucedido y vengo a aclararle lo sucedido. ─con ello, Yangyang se dedicó a relatarle lo que pasó aquella noche con todos los detalles que podían brindarle sus recuerdos, pintando sus mejillas de un tierno carmín al comentar como habían aparecido las marcas de Jeno ─las cuáles había pasado toda esa semana cubriendo con capas de polvo cosmético─.
Tras haber escuchado aquella versión de los hechos, Jaemin se sintió como un imbécil.
─Me siento culpable, si tan solo lo hubiese dejado que me contara lo que pasó... Agh, soy un idiota. ─se lamentó el coreano, pasando bruscamente sus manos por su rostro.
─Hey, no te sientas así, te dejaste llevar por tus sentimientos, cualquiera hubiese reaccionado así. ─consoló el menor, rodeando con sus brazos por instantes a Jaemin, quien no dudo en aceptar el abrazo sincero─. Sin embargo, lo más apropiado sería que ambos conversaran, Jeno te extraña en demasía ─aconsejó, al acabar con la muestra de afecto─, y, si bien no es algo que me compete, le recomiendo también que aproveche y confiese finalmente sus sentimientos por hyung.
─¿C-cóm-mo?
─¿Cómo lo sé? Eres bastante obvio, Nana, y déjame decirte que lo que sientes es fielmente correspondido. ─Yangyang le sonrió sinceramente, palmeando juguetonamente su hombro, mientras admiraba como Jaemin cubría su rostro hirviente con sus manos.
El coreano no tuvo tiempo de refutar lo dicho, puesto que la campana sonó nuevamente y los estudiantes comenzaron a aglomerarse para volver a sus respectivas aulas de clases, acción que ambos chicos siguieron tras el mayor agradecerle al extranjero y despedirse correctamente, con la promesa de volverse a hablar una vez Jaemin se le declare a su amado Jeno.
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Lo prometido es deuda. Aquí está la actualización que tanto les debía, ya el siguiente capítulo es el final /chillido.
Ya son más de 500 vistas, muchísimas gracias, no merezco tanto :(
Antes de culminar el año les estaré subiendo sin falta el final, espero lo ansien mucho.
¡Feliz navidad! Espero que hayan pasado unas bonitas fiestas, como siempre, les deseo lo mejor y añoro que se encuentren bien, nos leemos luego.
