La madre de nuestros hijos

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Sobresaltada desperté. Desnuda en una cama ajena. Con lentitud salí de la habitación. Tenia que quitar su olor de mi cuerpo.

Me bañé recordando cada detalle sobre la noche anterior. Por dios...

_¡Oye cerda! ¡Baja a desayunar!

Totalmente limpia me reuní con los demás. ¿Con qué cara voy a mirar a Azuza?

_Eva... ayer... tuve un... sueño extraño...

_¿Que paso en el...?

_Seria muy... sucio decirlo ahora... perdón por... soñarte así... Eva.

Que inocente. Perdón Azuza. Eres mi vampiro predilecto.

Dije aliviada en mi conciencia. Sin saber que alguien le daba mucha importancia a mi olor en Azuza.

Es en serio. Ella no le importa en lo más mínimo que sea idol. Soy el más atractivo y famoso de mis hermanos. Sin embargo a sido novia de Ruki, mantuvo relaciones con Yuma y con Azuza se lleva de maravilla. Todos menos yo tienen posibilidad de convertirse en Adam. No es justo. Aunque quizás...

Me dirigía a la biblioteca cuando se presentaron ante mí tres chicas, impidiendo mi paso.

_Oye. Tú.

_¿Que ocurre?

_Deja de propagar rumores sobre Kou. Arruinas su imagen. De lo contrario. No tendremos compasión contigo.

_¿Compasión?

Con ironía sonreí.

_Supongamos. Que en verdad los digo. ¿Ustedes que harán? Quiero que lo repitan trío de idiotas.

_¡Que dijiste!

Una de ellas se acercó a mí. Alzando su brazo para pegarme.
Mi mano aguantó la suya mientras que la otra golpeó con fuerza su abdomen. Dejándola por completo sin aire. Arrodillada en el suelo.

Tomé con fuerza su cuello. Ambas manos sujetaban sin remordimiento.

_E matado a más de un vampiro. ¿Crees que no puedo hacer lo mismo contigo?

_P-para.

_Esto ocurre de nuevo. Y te juro que ni el mejor cirujano podrá arreglar tu rostro.

Por fin la solté. Las chicas tras ella estaban pasmadas. Seguí mi camino y al pasar se apartaron.

En la biblioteca estaban dos chicos. Ambos de ojos color oro.

Tomé el libro que deseaba y dispuesta a irme el albino habló.

_Fuiste muy cruel con esa chica.

_¿Y que deberia hacer? ¿Dejar que me amenacen y peguen?

_Tienes razón. Para una asesina de vampiros debe ser muy humillante, dejarse vencer por unas simples humanas.

_... ¿Que escucharon?

_Todo.

Respondió el tuerto.

_Hemos venido por negocios. Queremos que seas nuestra novia de sangre.

Se acercó imponente el de la bufanda. Queriendo intimidarme. Ambos nos mirábamos con rivalidad.

_No estoy disponible ahora. Tampoco en el futuro.

_Te ofrecemos 30 000 dólares.

_Me niego.

Sin prisas salí de allí.

_Jaja. Me sorprende que haya rechazado nuestra oferta. ¿No decías que por dinero haría cualquier cosa? Nii san.

_Desconfía de nosotros. Por eso se negó.

_... Ella me gusta.

Sonrió.

_No sé si sea buena madre para nuestros hijos.

_Entonces hay que comprobarlo. Tengo una idea.

Novia de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora