Sumisa hasta que quiera

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Ha pasado una semana desde que vi a Kou. Los cirujanos afirmaron el éxito de la operación. Creo que me arrepiento un poco. Después de todo mató a mi perro y ahora estoy obligada a trabajar para mi padre.

Tenía un encargo de matar a un vampiro. En las zonas alejadas de la ciudad violaba y mataba a mujeres jóvenes.
Me paseaba por la oscuridad como carnada. Mientras mantenía escondida una pistola en mi abrigo.

Escuché gritos de una chica. Rápido fui al lugar para ver una escena horrible. Ella estaba desnuda de su sintura para abajo. Con el trasero empinado hacia él. Este aguantaba con fuerza sus muñecas y mantenía el cuerpo en aquella posición. Estaba a punto de bajar la cremallera cuando di un tiro su la espalda.

Este soltó a la chica para ir contra mío. Dos balas atravesaron sus piernas sin ningún efecto, era muy grande robusto. Parecia un monstruo a mi lado.

Sus manos se dirigieron a mis pechos, aprovechando la cercanía corté su palma. Fuí a su lado y corté a un lado de su cuello.
Solo quedaba un tiro, este quedó en su cerebro.

Él se detuvo. Sin embargo... no cayó.

_Que...

Rugió cual bestia. Eso... no era humano. Ni siquiera vampiro.

Envolvió mi cuello en una mano. Elevándome del suelo con fuerza.

Apuñalé sin parar su muñeca hasta separar la extremidad. Al tener los pies sobre la tierra clavé el arma por el centro de su cuello. Me colgué de su espalda, expuse su herida alando su pelo. Corté y apuñalé cada vez más profundo hasta arrancar su cabeza.

Desvié mi atención los aplausos de alguien. La joven que salve de ser violada estaba muy serena. Sin rastro de suciedad o heridas.

_En verdad... no podría esperar menos de la mujer del rey.

Mencionó sonriente y orgullosa.

_¿Quien eres?

Cambió por completo su apariencia dejando ver la extensa bufanda.

Caminó con altivez hacia mí. Inmovilizandome contra un árbol. Aguantó mis manos sobre mi cabeza y con sus rodillas mis muslos.

Me resistí inútilmente. Era demaciado fuerte. Miré sus ojos buscando una explicación.

_Hoo. ¿No me temes?

_No voy a resistirme si me dices que quieres.

_Aún si te resistes, no tienes oportunidad contra mí.

_Sé que eres alguien peligroso. Tu poder y el de Shin son superiores a los de cualquier vampiro. Tú más.

_Veo que sabes tu situación. Ahora... entrégame tu sangre.

La verdad no entiendo por qué quiere tanto mi sangre. La considera horrible y a pesar de ello nos tortura a ambos.

Llegamos a su castillo. Lo más colosal y extravagante que había visto en mi vida. Me enseñó mi cuarto y decidí aclarar las cosas.

_No quiero problemas. Estoy dispuesta a obedecer casi todo lo que quieras. A cambio quiero que me dejes continuar con mi vida.

_¿A qué te refieres al continuar con tu vida?

_Mi trabajo. Mis estudios. Salir a donde quiera y estar con mi familia y amigos. ¿Algo de eso te afecta?

_... Voy a considerar lo que pides. Solo si lo mereces.

_¿Qué puedo hacer para merecerlo?

_Obedecerme.

_Además de mi sangre. ¿Qué desea?

_Primera orden. Bésame.

_Yo... Estoy dispuesta a darte mi sangre. Ayudarte en lo que necesites. Cocinar la comida que desees o hacer limpieza. Pero te pido que no me tomes como tu prostituta personal.

_No sería mala idea.

El miedo recorrió mi cuerpo. En un segundo ideaba mi escape. Mi única vía era matarlo.

_¿Entonces, quieres matarme?

Quedé pálida. ¿Puede leer la mente?

Me tiró a la cama. Quedé atrapada entre esta y su cuerpo.

Me esperaba lo peor. Solo me dio un beso en la frente y se fué.

_Nii San. ¿Ya la trajiste? ¿ Cómo se comportó?

_Bien. Será obediente hasta cierto punto.

_¿Cierto punto?

_A ecepcion de mis colmillos. No va a aceptar ningún otro maltrato físico. Tampoco dejará que la fuerce a copular conmigo.

_Ja. ¿Quien cree que es para poner condiciones?

_Sabe su posición. Lo pidió como favor.

_Pareces feliz con tu nueva adquisición.

_No tienes permitido tocarla. Ni siquiera me ayudarás a purificarla.

_Como ordenes.

_Bueno... será mejor que se acostumbre a mi presencia.

Fué a mi habitación para ordenar que me bañara. Al volver estaba en mi cama.

_¿Vas a dormir aquí?

_No haré nada que no quieras. Ven.

Cautelosa, subí a la cama manteniendo la mayor distancia posible. Algo inútil pues dormimos abrazados. Por supuesto no faltó la amenaza de buenas noches.

_Te mataré si intentas escapar.

Holaaa. Lo prometido es deuda. Quería hacer el capitulo más largo pero hasta aquí. Espero les haya gustado. Gracias x leer😘.

Novia de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora