Adad un famoso escritor de novelas sobre suspense y asesinatos.
Vuelve a su pueblo natal Tenby donde comienzan una serie de asesinatos sin ningún tipo de correlación.
Después de averiguar un poco se da cuenta que el asesino está copiando el modus o...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*Este capítulo ocurre en el pasado*
Acabo de terminar de exponer el trabajo de historia que la profesora, Agatha, nos mandó sobre la Segunda Guerra Mundial. Cuando terminé me dirigí hacia mi asiento. En mi mismo pupitre está Suvan y delante de nosotros se encuentran Rai y Asta. Los mellizos se encuentran en otra clase distinta. Agatha va a dar paso a la siguiente persona para que haga su exposición, pero unos golpes en la puerta la paran; es la directora y viene con una chica al lado de ella.
— Buenos días, os presento a una nueva compañera, se llama Indra y viene desde Gales.
— Encantada de conoceros — dice la chica nueva con una sonrisa en la cara.
La directora, nada más presentarla se fue de allí, excusándose diciendo que tiene mucho trabajo que hacer. La profesora le indica que se siente al lado de Abel.
Las demás clases pasan como normalmente, sí que es verdad que en muchas ocasiones he estado mirando a la chica nueva y creo que Su se ha dado cuenta porque me ha pegado varios codazos para que atendiera en clase. La última clase antes del recreo ya ha terminado, así que los cuatro nos dirigimos a nuestro sitio en el patio, es simplemente debajo de un árbol al lado de las pistas de tenis que nunca nadie suele utilizar.
Xian y Yana ya nos estaban esperando en el árbol, los dos estaban de pie, así que cogí un poco de carrerilla para poder recostarme en el árbol. Como el árbol no tiene el tronco muy ancho, solamente una persona se puede recostar y siempre nos peleamos para ver quién es esa persona afortunada. Hoy me ha tocado a mí.
— Oye, eso no es justo, dijimos que íbamos a hacer pares y nones para ver a quién le tocaba esta semana el árbol — dice Suvan.
Poco a poco se va acercando a mí, mientras arrastra los pies como haciéndose ver decaído. Se deja caer en el suelo y se apoya en mi brazo derecho, por el otro lado Asta hace la misma jugada que Su y se apoya en el izquierdo. Con los dos apoyados en cada lado no puedo mover ninguno de mis brazos. Antes de poder rechistar Rai habla.
— ¿Sabéis qué? Ha venido una chica nueva a nuestra clase — se dirige a Xian y Yana — parece maja. ¿Y si la invitamos a la cabaña hoy con nosotros?
— ¿Que, te gusta la nueva? — le pregunta Asta mientras se separa de mi brazo.
— No seas celosa Asta, si ni siquiera estáis saliendo aún — le dice Su mientras se ríe.
— A mí me parece bien invitarla, si a los demás os parece bien se lo podemos decir en la siguiente clase — les digo a todos, todos asienten.
— Mirad, es esa de allí — señala Su — voy a decírselo ya.
Suvan se separa de mi brazo y se levanta, está caminando hacia ella, que está sentada en un banco comiendo lo que parece un bocata. Ya ha llegado a su lado y parece que ya le está diciendo que si quiere venir con nosotros, porque nos está señalando con su dedo índice. La nueva sonríe y asiente con la cabeza, entonces se despiden con la mano. Cuando Suvan ya está a medio camino nos hace el gesto de la V, como queriéndonos decir que lo ha conseguido.
