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NO ERA UNA SORPRESA ENCONTRAR A SU PADRE TIRADO EN EL SOFÁ de la sala de estar rodeado de latas de cerveza barata

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NO ERA UNA SORPRESA ENCONTRAR A SU PADRE TIRADO EN EL SOFÁ de la sala de estar rodeado de latas de cerveza barata. Sinceramente, lo prefería mil veces así que despierto. Bajó las escaleras sin hacer ruido y se dirigió a la cocina. Había una pila de platos en la encimera que tendría que lavar después. Cogió un paquete de galletas y volvió a subir las escaleras in producir un solo sonido.

Su vida nunca había sido fácil, lo sabía, pero no podía ser una víctima toda su vida. Sí, su padre era un alcohólico abusivo al que no era bonito encontrarlo despierto. Pero hace ya algunos años, cuando cumplió seis y su padre le pegó una paliza que nunca olvidaría por romper un plato, comprendió como era su vida y el destino que se le había escrito.

Cerró la puerta de su habitación y dejó el paquete de galletas en el escritorio. Se dirigió al armario para sacar algo de ropa.

Su habitación era un calco perfecto de su personalidad. La pared a la que estaba pegada el escritorio estaba rebosante de cuadros, pinturas y bocetos que ella misma había creado. En otra pared, en la que estaba la ventana, había montones de fotos hechas por Jonathan. De momentos que habían pasado juntos.

Estuvo buscando durante bastante rato algo para ponerse. Gran parte de su ropa estaba llena de parches y de arreglos. A la gente de la escuela secundaria de Hawkins, y particularmente al grupo de Steve y sus amigos, les gustaba dedicarse a romper o manchar su ropa. Solamente porque le gustaba la música rock, que en esos tiempos era considerada "satánica". Eran pocas las camisetas de sus bandas preferidas las que estaban en buen estado.

Sacó una camiseta de AC/DC, una sudadera roja y una chaqueta marrón, y unos vaqueros anchos.

Se metió en el baño y mientras que se estaba lavando los dientes sonó una canción de Metallica en su walkman, hizo como si tocara su guitarra eléctrica en la parte del solo de la canción.

Salió del baño y cogió su mochila con las cosas que necesitaba ese día. Metió el paquete de galletas en el bolsillo de su chaqueta y cogió su patineta. Abrió la puerta con cuidado y bajó las escaleras sin hacer ruido. Salió de su casa y se subió en su patineta para ir a la escuela.

Cuando llegó a la secundaria de Hawkins muchas personas se le quedaron viendo raro, ella solo se centró en la música que salía de su walkman y dibujó una sonrisa en su rostro.

A lo lejos pudo ver a Jonathan, alzó su mano para saludarlo, pero se quedó en el intento. Vio a Nancy Wheeler a lo lejos, junto a Bárbara Holland. Se quedó embobada durante algunos segundos y algo, más bien alguien, hizo que su patineta se desviara y Blair acabara en el suelo.

Las risas de un chico resonaban por todo el parking.

– Mira por dónde vas, friki – dijo Tommy, el mejor amigo de Steve, pasando al lado de la chica en el suelo.

– Vete a la mierda, Tommy – susurró, enderezándose para ponerse de pie.

Sacudió el polvo de sus pantalones y volvió a coger su patineta, esta vez sin montarse en ella.

𝙇𝙊𝙑𝙀 𝙃𝙐𝙍𝙏 | 𝑁𝑎𝑛𝑐𝑦 𝑊ℎ𝑒𝑒𝑙𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora