"Creí que habíamos construido una dinastía para siempre"
Desde el día de mi nacimiento estaba destinada a ser la reina de este reino, sin embargo, el día en el que conocí al futuro rey me di cuenta que mi vida no sería como los cuentos de hadas que...
Hace uno días había llegado una carta de un primo de Jungkook y por lo que pude percibir era la única persona que lograba hacer que se escuchara emoción en su voz, sentí celos al saber que alguien más lograba causar en Jungkook lo que yo he intentado desde el primer momento en que lo conocí.
Su visita era el tema de conversación por todo el palacio, hasta la servidumbre hablaba de él como si fuera un Dios. Me acerqué a Rosé para poder calmar mi curiosidad sobre aquel personaje.
- Rosé, ¿tú me podrías contar sobre el primo de Jungkook? – le pregunté mientras ella realizaba la limpieza de nuestra habitación.
- ¿sobre Taehyung? – el solo escuchar su nombre me hizo dar un escalofrío por todo el cuerpo.
- si – le respondí en un susurro aún con ese malestar.
- pues es el caballero más amable que conozco, además que nos trata a todos siempre como si fuéramos familia – al escuchar hablar a Rosé, sentí que tenían a aquel hombre en un altar y de una u otra manera me incomodó, no por el cariño que los demás le pudieran tener, sino porque me daba un mal presentimiento.
Al terminar la conversación con Rosé, decidí sumergirme en mis libros hasta la noche y así poder dormir del cansancio mental, sin embargo, al entrar a la habitación jamás esperé encontrarme a Jungkook sentado en la cama mirando algún punto en el suelo y con las manos unidas.
- mi primo llega mañana – el volver a escuchar su voz, me hizo recordar sus toques en mi piel, pero parpadee para alejar las lágrimas. – espero poder presentarlos – y esa corta frase me causo ilusión al saber que Jungkook quería presentarme a su ser más querido.
Era un día nuevo y aquella sensación incomoda no ha desaparecido de mi cuerpo, sin embargo, trato de olvidarla mientras organizo el castillo para la llegada del primo de Jungkook. Cerca a la hora del almuerzo, un carruaje hizo presencia en la entrada de nuestro palacio, así que con paso rápido me dirigí a la puerta delantera para ubicarme al lado de mi esposo y así recibir a su querido familiar. Jamás olvidaré el temblor que tuvo mi cuerpo cuando esos ojos negros me miraron por primera vez, jamás olvidaré todos los sucesos que pasaron desde el momento en el que Kim Taehyung puso un pie en nuestro suelo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
