HOLLOW SOUL | en donde las personas se convierten en los monstruos y junto a su nueva familia deben sobrevivir
[segundo libro en la serie "corpses"]
[the walking dead season...
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HABÍAN PASADO UNOS DÍAS DESDE ELATAQUE DE la prisión y a pesar de que seguía con vida, Cody Thompson sentía como si en cualquier momento pudiera caer al suelo y no volverse a levantar. Había abandonado a su madre, que estaba herida a pesar de que había dicho que estaba bien. Había corrido como un niño asustadizo y la había dejado. Había ignorado el deseo de su corazón por ser fuerte y quedarse con ella, lo que de alguna manera se sentía como si se hubiera traicionado a sí mismo.
Sin importar las excusas que quisiera poner ante su comportamiento, volvía siempre a lo mismo, la manera en la que había corrido aferrado a su carabina en busca de Daryl, en busca de alguien más que pudiera protegerlo. Ello lo llevó a la conclusión de que estando solo nunca sobreviviría. Estando solo ya estaría muerto. Y la idea de la muerte le aterraba. No estaba preparado para ello.
Siguiendo por el bosque a Daryl y Beth, sumido en sus propios pensamientos, Cody se dio cuenta que era momento de crecer y madurar, o el mundo acabaría con él. Lo que era más importante aún, debía encontrar a su madre y asegurarse de que estuviera bien luego de haberla abandonado de la manera en la que lo había hecho, o no podría volver a dormir.
Quedaban tan solo unos minutos de sol cuando Daryl decidió parar y armar una pequeña fogata. Deambular por la noche no les serviría de nada, eso era algo que Cody había aprendido. La oscuridad se volvía tan espesa a su alrededor, arebatando su visión y con ella uno de sus sentidos, asustándolo con cada pequeño ruido que se oía. No le gustaba para nada cuando todos sus pasos se volvían inseguros y debía recordarse que debía respirar.
El adolescente tomó asiento en uno de los troncos, entre la rubia y su padre adoptivo, sin atreverse a mirar a ninguno por miedo a que vean la vergüenza en su mirada. Así comenzaron a pasar las horas, pero llegado aquél punto Beth comenzaba a acostumbrarse al silencio de ambos, por mucho que lo odiara.
