La Consagración de la primavera [XiCheng]

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–¿Me vas a decir de una maldita vez lo que te ocurre o tengo que golpearte para que lo sueltes? –amenazó Jiang Cheng con ambas manos apoyadas en la pared y la cabeza de Wei Wuxian entre ambas.

Si las miradas mataran, Wei Ying ya estaría enterrado a cincuenta metros bajo tierra.

–Meimei, ya te dije que es muy tarde y yo soy muy puntual en mis clases, además todos los que pasan te observan con miedo porque-

–¿Me ves cara de que me importe, Wuxian? ¿Vas a hablar o tengo que sacarte las cosas por las malas? Te recuerdo que aún puedo romperte las piernas y nadie podría darse cuenta.

Jiang Cheng estaba harto de que su hermano se comportara como un conejo asustado con cada ruido o movimiento brusco, todo aquello después de que le mencionaran que los señores Jiang asistirían a su presentación debut.

Wei Wuxian tragó saliva, sabía que a ese punto Jiang Cheng estaba con menos paciencia de la que le tenía normalmente y estaba preocupado… claro que lo expresaba a su modo.

Un carraspeo los sacó a ambos de ese tenso momento haciendo que voltearan en dirección al sonido encontrando a un hombre con una sonrisa gentil, pero el entrecejo fruncido tratando de ocultar la incomodidad que le provocaba la situación.

–Jóvenes, creo que el pasillo de Cloud Recess no es el mejor lugar para… muestras de afecto muy íntimas.

A Jiang Wanyin casi se le cae la mandíbula de la sorpresa y Wei Wuxian se quedó en silencio procesando esas palabras hasta que estalló en carcajadas, rápidamente el contrario se apartó a un metro de distancia suyo con una expresión de horror total en el rostro. Decir que estaba ofendido y con el orgullo herido era muy poco.

–Wei Ying.

Una voz estoica tras el hombre reveló la presencia de otra persona, rápidamente el mencionado mostró una gran sonrisa y se le abalanzó para seguir carcajeando sosteniendo sus hombros con un brazo.

–Lan Zhan, Lan Zhan, ¿escuchaste lo que dijo este señor? ¡Piensa que A-Cheng y yo somos algo más que hermanos!

Y aunque Wei Wuxian se la pasó carcajeandose un rato más molestando a Jiang Cheng, cuyo rostro era del color de una ciruela por la vergüenza, volvió a callarse cuando pasó su vista del hombre a su amigo y de su amigo al hombre.

–¡Dios mío, Lan Zhan, tienes un gemelo! –gritó sorprendido.

–Me halaga que lo mencione, joven…

–Wei Wuxian –completó.

–Joven Wei. Pero WangJi es mi hermano menor, aunque sí nos hablan mucho de nuestro parecido.

–¡Oh, es cierto! El viejo Qiren mencionó que el hermano mayor de Lan Zhan vendría a supervisar nuestros ensayos generales en el teatro. Entonces usted debe ser el profesor Lan Xichen.

El mayor asintió con una amable sonrisa.

–Pero sigue siendo sorprendente que aunque sea mayor que Lan Zhan se parezca tanto a él, casi parecen clones.

Jiang Cheng estaba levemente sorprendido por las palabras de su hermano, pero recordó que el profesor Qiren también se lo mencionó tiempo atrás, aunque no que sería su sobrino quien vendría. De igual forma, tuvo que reprimir un "¿qué mierda?". Era muy cierto lo del parecido, pero a millas de distancia se los podía diferenciar a ambos. Lan XiChen, pese a notarse más maduro en cuanto a facciones que su hermano, tenía un aura cálida rodeándolo y una sonrisa que parecía imborrable de su rostro, Jiang Cheng casi podía vislumbrar una aureola adornarle la cabeza. En cambio, Lan WangJi era totalmente opuesto al hombre con su cara de piedra y nula expresividad, sin mencionar que casi ni hablaba y parecía repudiar a todos con la mirada, Wei Wuxian incluído.