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Lan XiChen se consideraba alguien exigente y perfeccionista, demasiado para su propio bien quizás. Por eso, cuando lo llamaron desde el teatro de Cloud Recess diciendo que el traje principal que usaría Jiang Cheng para su debut se estropeó por haberlo guardado mal, se apresuró en hacer las llamadas necesarias y movilizar todo para conseguir uno nuevo que fuera incluso mejor que el anterior, debía quedar todo listo porque un mes se pasaría de prisa y la presentación llegaría en menos de un parpadeo.

Aquello implicó que Lan XiChen tomara su auto y manejara hasta casi la otra punta de la ciudad donde Nie Huaisang, el hermano menor adoptivo de su mejor amigo Nie MingJue y un diseñador de entera confianza, tenía listo el vestuario que le pidió dos días atrás.

–Moví cielo y tierra para acabar esto en el tiempo prometido, Lan shixiong. Solo espero haber pagado mi deuda contigo y no me hagas beber dos litros de café en veinticuatro horas de nuevo –lloriqueó el joven entregando el traje perfectamente guardado en una bolsa de tela para colgar.

–Descuida Huaisang. De igual forma me disculpo por las molestias, pero eras el único al que podía recurrir en una situación como esta.

–Aunque me siento muy halagado por tus palabras, me sigue extrañando que me llamaras a mí en lugar de llamar a los distribuidores de vestuarios de Cloud Recess. ¿Quién es el que llevará ese vestuario? –preguntó ocultando una sonrisa tras su abanico.

–Es para el alumno estrella de mi tío, él quiere que todo salga perfecto –explicó el Lan, vacilando un segundo antes de sonreír.

–Claro, es que Lan Qiren es tan perfeccionista que haría de todo para hacer lucir a su alumno estrella con un traje tan especial que ni siquiera figurará en el inventario del teatro –dijo Huaisang mostrando una tierna sonrisa.

Lan XiChen asintió sintiéndose acorralado. Tal vez sí estaba exagerando un poco.

–Debo retirarme, tengo clases en una hora y dudo que el tráfico de Qinghe me permita llegar a tiempo a Gusu.

Ambos se despidieron antes de que Lan XiChen siguiera siendo atacado por Nie Huaisang quien lo observaba huir del edificio con una sonrisa maliciosa.

–Wei xiong se sorprenderá cuando se entere de esto –murmuró satisfecho y se retiró de vuelta a su estudio a seguir durmiendo un par de horas más.

Definitivamente el tráfico de Qinghe Nie era de lo peor. Lan XiChen se resignó a enviar un mensaje a Lan WangJi avisándole que tardaría y que por favor se lo dijera a Jiang Cheng. Las clases privadas después de su usual jornada de estudio se convirtieron en las únicas durabte todo el día puesto que ya se encontraban en la fase final y Jiang Cheng iba alternando entre clases con Lan XiChen y ensayos generales de toda la obra.

Ese día salió tan temprano que ni siquiera recordó recoger los jugos que solía regalar a sus alumnos después de clase para que recuperasen energías, se sintió un poco mal por ello, pero esperaba que la reacción de Jiang Cheng al ver el nuevo traje compensara esa ligera opresión en su pecho.

A Lan XiChen realmente le gustaba enseñar ballet, cuando era joven y sus padres fallecieron quedándole solo Lan WangJi quien apenas era un niño, su tío los acogió y los crió. Lan Qiren dirigía la escuela y daba clases a la par, vomo no podía dejarlos solos tanto tiempo y tampoco lo convencía la idea de encargar a sus preciados sobrinos a alguien más, se los llevaba a la escuela y los sentaba a un lado mientras él trabajaba. Aquello no era ningún problema, ambos hermanos eran bastante tranquilos e incluso se quedaban atendiendo a las lecciones de su tío.

El tiempo pasó y Lan Qiren notó la especial atención que ambos le ponían a la danza, así que los inscribió en los primeros cursos básicos de su escuela, ya que se dio cuenta que ninguno diría nada incluso si los de ojos ambos niños brillaban fascinados con cada bailarín y bailarina que danzaba ante sus ojos. El que fueran dos niños tampoco le importaba a Lan Qiren, él era fiel creyente de que si uno tenía la pasión y la disciplina para ejercer algo, era mejor aprovecharlo que nunca haberse atrevido, y como sus sobrinos no se atrevían, él solo les dio un empujón.

Lan XiChen nunca terminaría de agradecérselo, porque apenas terminó sus estudios secundarios, comenzó con los superiores en la escuela de Cloud Recess ganándose un gran reconocimiento por parte de todos para años después terminar ejerciendo el papel de profesor de danza clásica incluso fuera de China. Su regreso fue porque específicamente Lan Qiren lo llamó para encargarse de Jiang Cheng, en quien veía un leve destello de sus sobrinos y quería lo mejor para él… y quién mejor que su propio sobrino que creció con la disciplina y compromiso necesarios para terminar de pulir a su alumno estrella.

Luego de una larga hora y media por fin llegó a la escuela, iba quince minutos retrasado, pero era mejor que nada aunque le disgustara llegar impuntual. Sobre todo porque significaba menos tiempo con Jiang Cheng para ayudarlo a pulir sus pasos. Sí, era la única razón. Nada tenía que ver el extraño sentimiento de orgullo y felicidad cada que Jiang Cheng mostraba grandes mejoras en su baile, mucho menos la calidez que le provocaba oír su risa o ver hasta la más leve sonrisa de satisfacción cuando Lan XiChen lo felicitaba.

–Hermano.

La voz de Lan Wangji lo sacó de sus pensamientos.

–Wangji, ¿no deberías estar ensayando con el joven Wei? –preguntó extrañado caminando con él a su costado hacia el salón donde lo esperaba Jiang Cheng.

–Wei Ying fue a avisarle a Jiang Wanyin de tu retraso. Aún no regresa.

XiChen levantó las cejas ante sus palabras, aquello le causó una leve incomodidad, pero no le prestó atención.

–El joven Wei es muy apegado al joven Jiang, es bueno que ambos se lleven tan bien –fue lo único que dijo mirando de soslayo a su hermano menor, quien arrugó levemente el entrecejo.

Soltó una suave risa que cubrió con el dorso de su mano, ganándose una mirada confundida del menor.

–Wangji, estoy muy seguro de que siempre serás el favorito del joven Wei.

Las orejas del segundo jade, que así es como apodaban a ambos hermanos por ser los más grandes prodigios de la escuela Cloud Recess, se tiñeron de un leve rojo.

Lan XiChen sonrió con simpleza antes de colocar su mejor cara de disculpas y abrir la puerta solo para encontrar a Jiang Wanyin sobre Wei Wuxian en una posición muy… comprometedora.

Algo se removió en su interior, algo que había querido ignorar durante mucho tiempo pero que siempre se asomaba cuando Jiang Cheng inundaba sus pensamientos, algo que Lan XiChen sabía perfectamente qué era y que se negaba a aceptar con todas sus fuerzas porque era consciente de la posición de ambos: un maestro y un alumno, un hombre mayor y un joven. Mierda.

La Consagración de la primavera [XiCheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora