Capítulo 7

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Capítulo 7

-La sorpresa de una tragedia advertida.

Un buen día José se encontraba chateando con Isabel antes de llegar a casa, algo común entre ellos, siempre pendientes el uno del otro.

José – Hola amor

Isabel – Hola cielo ya vienes.

José - Si amor, estoy un poco cansado y tengo un dolor de cabeza que no se me quita.

Isabel – Ven rápido y te tomas algo, ¿qué quieres comer?

José – Amor quiero comer fuera de casa, que te parece una pasta.

Isabel – Vale cielo le diré a tu mamá que no comeremos en casa voy arreglarme.

José – Dale amor te recojo en minutos, quiero estar un rato contigo a solas, hablar y después ir a descansar a la casita.

Isabel _ Cielo; porque no dejamos la salida a comer para otro día, vienes a casa, cenamos acá y te acuestas a descansar.

José – Quiero salir a comer contigo a si tenga este dolor de cabeza eso se me pasa, ahora me tomo una pastilla.

Isabel -Vale voy a arreglarme nos vemos al rato, te amo.

Isabel se arregló, hablo con Julia la madre de José, le confirmo que no vendría a cenar, además le dijo que José andaba muy extraño, que le preocupaba ese dolor de cabeza que no se le quitaba hace días.

José recogió a Isabel en la puerta de la casa, fueron a comer algo ligero, hablaron un rato y José dijo.

- Amor que tal si contemplamos quedarnos en Colombia.

Isabel – No me parece mala idea pero me gustaría vivir en Cartagena.

José – Amor a mí también me gusta la idea y creo que la debemos tener en cuanta.

Isabel – Donde vivamos estaremos bien porque estamos los dos, eso sí debe estar cerca al mar eso nos relaja.

José – Isabel no me canso de agradecerte lo feliz que soy, nos quedamos en Colombia y empezaremos a arreglar todo para radicarnos en Cartagena.

Isabel – Pero amor viajamos a Miami a hablar con mi madre y cumplimos con algunos compromisos que tenemos.

José _ Claro que sí.

Isabel – Estoy tan segura que lo único que me separara de ti es la muerte, literal.

José – A mí ni la muerte porque tú recuerdo no me dejaría en paz.

Isabel – Yo te esperare sentada en el inmenso universo o el lugar que exista después de la muerte.

José – Bueno no se hable más bobadas. Como quieres el lugar para vivir en Cartagena.

Isabel – una casa o apartamento con vista al mar.

José – Yo estaba pensando en lo mismo, que podamos contemplar el sonido del océano como nos gusta.

Isabel – Bueno amor yo me encargo de la decoración.

José – Tendré que estar viajando pero tratare de trabajar desde la casa para evitar dejarte sola.

Isabel – Bueno promételo que no me dejaras sola tanto tiempo.

José -Te lo prometo.

Llegaron a la casa, se acostaron y a José no se le quitaba el dolor de cabeza, al siguiente día José se levantó, no podía sostenerse, perdió el equilibrio se apreciaba pálido, Isabel se mostraba angustiada e impotente porque con sus muletas difícilmente podía auxiliar a José, Isabel pidió ayuda, Julia entro al cuarto y vio a su hijo tendido en el suelo, se asustó y le pregunto;

EPITAFIO A TU AUSENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora