♡La actitud de Anya es sospechosa, vive con miedo pero se niega a hablar de lo que sucede, no quiere preocupar a nadie y mucho menos a sus personas preferidas en el mundo... Yor y Loid. ¿Qué hará Damian al respecto?
[Ｄａｍｉａｎｙａ ]
➙ •Fic corto.
...
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—Franky, eso no puede ser posible. Seamos realistas —Suspiró cansado el rubio. Por más que repetía las mismas palabras en su mente carecían de sentido, y no está del todo equivocado en su razonamiento. El agente Twilight ha basado su trabajo en temas realistas, si cabe analizar, lo que mira en las hojas entregadas por su compañero para cualquier persona le sería absurdo.
—Cierto o no, eso fue lo que encontré. Y al escuchar las palabras de ese sujeto, las personas que buscan a tu hija no se andan con rodeos, harán lo que sea para obtenerla —formuló con seriedad, si bien no creía en nada de lo que venía escrito en ese papel, de algo si estaba seguro y es que a esa niña no la quieren para algo bueno, es eso lo que le preocupa.
Loid tensó la mandíbula y apretó el puño con fuerza donde sostenía dicho papel que le entregó su informante, el semblante le cambió a uno más sombrío y amenazante. Franky pidió que se calmara, porque si actúa con impulsividad nada bueno saldría, algo que Twilight sabe muy bien, el peor error que puede cometer un espía es actuar bajo la influencia de sus emociones.
—No creo que lo que diga este papel sea cierto —expresó Loid intentando relajar la expresión en su rostro, mas sin embargo la ira le carcome en el interior, el solo hecho de pensar que le puedan hacer daño a un niña inocente, no se perdonaría eso jamás.
Esa es su meta como espía en primer lugar hacer un mundo en el que los niños no lloren, en pocas palabras. Ser felices. Pero si ni siquiera puede lograr proteger a la niña que hace el papel de su hija en primer lugar, Twilight fracasa como espía, y sobretodo, fracasa como padre.
—Protegeré a Anya, Franky —el azabache sonríe orgulloso de su compañero, está seguro que lo hará. Sin más, ambos se despiden.
En cambio, Thorn princess miraba aquella escena sorprendida. ¿Por qué diablos estaban hablando de su hija? En ese momento su mente brilló ¿Acaso ellos fueron los que mandaron a secuestrar a Anya? Con solo imaginar el miedo que debió haber sentido su pequeña en ese instante, nublaba su juicio, alejándola del objetivo que le habían encargado. Con su mano apretó con fuerza el arma, justo donde se encontraba el lado filoso provocando una cortada en la palma de su mano, la sangre fluía alrededor desde su muñeca hasta el codo, las gotas cayeron derramas al suelo.
Tenía muchas preguntas que rondaban en su cabeza, una de ellas era el dichoso don que poseía su hija, no entendía porqué era tan importante hasta el punto de pagar por capturarla. Estaba a segundos de arremer contra esos dos científicos o doctores. No obstante, las palabras de su jefe resonaron en su cabeza. Tenía un objetivo al cual asesinar, si ella no cumplía con su deber obtendría problemas con aquel hombre que la llamaba.
Antes de retirarse, escuchó como aquellos hombres empezaron a caminar hacia la puerta, buscó un lugar para esconderse mientras se iban a sus respectivos lugares de trabajo dejando la habitación expuesta, un sinfín de papeles regados por toda la sala. Yor vio aquello como una oportunidad de obtener respuestas. Su objetivo podía esperar, era más importante saber sobre Anya.
