Capítulo 9: Revelaciones

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Gabriel y Luzbel se encontraban en un hospital esperando a que les dieran resultados sobre Rebecca.

La chica parecía tener depresión severa, tenía lesiones y algunos hematomas que indicaban que había sufrido violencia.

Gabriel se sentía cada vez peor con cada cosa que descubrían de su amiga, y Luz no sabía cómo hacer para levantarle los ánimos y que se sintiera mejor.

Miguel llegó al lugar con Andreaw al enterarse de lo sucedido.

—¿Qué pasó? —Preguntó asustado, no sabía lo que pasaba pero le habían dicho que era grave.

—¿Que qué pasó? —Gabriel se molestó en cuanto lo vio y apretó los puños por saber que él se lo había advertido y que Miguel hizo caso omiso de sus palabras—. ¡Rebecca intentó suicidarse!

Eso sin duda lo dejó atónito, intentando procesar la razón de aquello.

—¿Qué...? —Seguía sin poder creérselo, él la recordaba muy alegre—. ¿Pero por qué?

—¡No lo sé!, ¡Pero lo que sí sé es que le hicieron daño y no pude ayudarla! —Se quejó—. ¡Yo te dije que algo andaba mal pero no quisiste creerme! —Miguel empezó a sentirse mal por ello, pensando que tenía en parte la culpa—. ¡¡¡Te odio!!!

—Oye... —Miguel se sintió mal al escuchar sus palabras—. Perdóname, en serio, ¡No sabía!

—¡Tú nunca sabes, Miguel!, ¡Y es por eso que siempre pasan cosas malas! —Gabriel siguió gritándole y Miguel empezó a llorar—. ¡Vete de aquí!, ¡No te quiero cerca!

—Lo siento —Murmuró entre sollozos para luego retirarse. Gabriel fue a sentarse en unos bancos y también rompió a llorar.

Luz y Andreaw intentaron consolarlo pero el chico estaba demasiado mal.

Luego de varias horas la dieron de alta. Ella lucía bastante mal.

—Rebecca —Gabriel se le acercó para ver cómo estaba. La chica tenía un semblante tétrico.

—Siento haberte preocupado por esto —Bajó la mirada mientras apretaba los puños—. Quiero irme a casa, necesito procesar todo lo que ha pasado.

—Está bien —Ellos decidieron llevarla a su casa.

●●●

Gabriel se encontraba tenso pensando en la situación, se sentía bastante mal al no poder ayudar a su amiga y en parte quería golpear a Miguel por haberse hecho el loco cuando le comentó su preocupación.

Luz podía sentir que éste emanaba un aura rara, se le acercó y se sentó a su lado en el mueble, tratando de detallar sus facciones tensas.

—Te juro que te veo y no pareces Gaby —Le comentó con una pizca de broma. Gabriel lo miró con seriedad. Sus ojos estaban rojos y no violetas, las tinieblas le estaban afectando—. ¿Quieres? —Le mostró una copa con un poco de brandy.

—Sí, tal vez... —Tomó la copa y bebió del vino—. Siento algo malo en mi interior.

—Se llama ira, estás molesto, seguramente también quieres desquitarte —Gabriel lo pensó y tenía sentido—. La ira es un pecado capital —Luzbel también se sirvió brandy en otra copa—. ¿Pero cómo no sentirla ante tanta injusticia?

—Tú conoces la maldad en todo su esplendor —Éste lo miró y su hermano alzó las cejas—. ¿Qué supones que le hicieron a Rebecca?

—Pues... —Luz bebió brandy mientras movía los ojos de lado a lado—. Hay algo que se asemeja a lo que tiene, pero es en extremo perturbador y horrible —Eso le dio curiosidad—. Puede que alguien se haya aprovechado de su inocencia, la haya abusado, lo que tendría sentido.

Entre el cielo y el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora