Estoy aquí

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La extracción de ojos en miembros de la rama secundaria no era una técnica de sellado muy difícil de manipular. Los sistemas nerviosos de los Hyūgas se encontraban ligados directamente al sello de sus frentes por lo cual inhibir las respuestas eléctricas que estas produjeran podría asegurar que el resultado de perder el Byakugan fuera casi nulo.

El primer intento falló estrepitosamente, pero para su suerte aún quedaban dos pares intactos que podría usar.

Las cuencas que habían sido vaciadas desde su nacimiento después de 45 años volvían a estar completas con el Byakugan de sus ancestros. Los ojos de los Hyūgas con la sangre de los Ootsutsuki se unirían y daría lugar al "Ojo de la Reencarnación", la herencia más pura y poderosa que la sangre Ootsutsuki hubiera podido dar por medio de sus descendientes.

De eso se trataba la unión de Hinata y Toneri, ellos serían los encargados de unir la sangre de los Ootsutsuki con el Byakugan de los Hyuga, todo para dar una descendencia de futuros Ootsutsuki tan puros como los originales.

—¿Duele mucho chihue?

—Doloroso. Pero del tipo que luego te acostumbras. ¿Recuerdas las primeras jaquecas de cuando aprendiste a enviar chakra a tu frente?

—Oh

Al ser ojos pertenecientes a miembros de la rama secundaria, el padre de Toneri sabía que no eran muy puros en relación con los ojos de un heredero directo de la rama principal. La poca pureza de los ojos hacía que el proceso no fuera demasiado complicado o doloroso como supondría trasplantarse un par de ojos más poderosos, sin embargo, eso solo les daría unos pocos años de utilidad hasta que los ojos fueran nuevamente inservibles.

Toneri tendría que aprovechar todo el tiempo que tendría de visión para aprender a ser un buen líder, compañero y esposo para crear un buen precedente para su descendencia. A estas alturas sería difícil conseguir un byakugan tan puro aún si se lo propusiera, estaba seguro que después del secuestro de Hinata la seguridad de Konoha y el clan Hyuga debió haberse reforzado para salvaguardar tanto a Hanabi como Hiashi.

Así que, cuando su visión fue nítida y los mareos pararon se preparó para el trasplante inmediato de Toneri.

Decidió que lo mejor sería operar mientras él dormía. El niño había estado tan hiperactivo desde que la joven Hyuga había llegado al castillo que pasó todos estos días buscando la habitación donde su padre la ocultaba protegida por sus marionetas. La verdad de ocultar a Hinata en una de las habitaciones secretas del castillo se debía a que el cuerpo de la niña necesitaba sanar cada una de sus heridas recibidas durante el torneo chunin.

Su corazón no estaba funcionando como normalmente lo haría. El tejido cardiaco estaba tan delgado, que le preocupó las consecuencias a futuro si no se llegaba solucionar esa pequeña imperfección.

Las imperfecciones cardiacas eran un riesgo si algún día la princesa Hyuga llegaba a quedar embarazada.

Hizo beber a Toneri un té adormecedor antes de que se fuera a la cama, y cuando su respiración se volvió más lenta de lo normal, él junto a las marionetas empezaron la inserción del Byakugan en su hijo.



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Hinata despertó esa mañana con un incesante dolor de cabeza.

Estaba segura que el ataque de Suna hacia la aldea había terminado, si seguía respirando y su falla cardiaca no la había matado era porque los refuerzos del clan pudieron salvaguardarla y estabilizarla en el hospital de Konoha.

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